¿Por qué grupos de ciudadanos de países desarrollados como Suiza, España, Australia Estados Unidos, los Países Bajos o Inglaterra han asumido una posición contraria a la implementación de la red 5G? ¿cuáles son los posibles peligros que esconde esta tecnología?
Redacción Mundo Nuevo
5G=KLIMAKILLER! STOP 5G.
El mensaje se lee en una pancarta utilizada durante una manifestación sobre el cambio climático en Berna, Suiza, realizada el 29 de septiembre de 2019. Además de acusar a la red 5G de “asesino del clima”, en el cartel se utiliza un eslogan ampliamente difundido en diversos sitios web, páginas de Facebook y movimientos contra esta tecnología. Es uno que incluso ha servido para darle nombre a muchos grupos detractores: stop 5G.
Suiza ha sido el escenario de las manifestaciones que han generado mayor impacto mediático sobre este tema. Solo una semana antes del encuentro alrededor del cambio climático, varios medios reseñaron que miles de personas habían salido a las calles de Berna a protestar frente al Parlamento federal ante la inminente implementación y expansión de la red 5G. En abril de este mismo año, el país helvético también fue noticia porque tres de sus cantones –incluido Ginebra- suspendieron la instalación de antenas hasta que no se hubiera determinado el impacto que podría tener un incremento de la cantidad de las mismas en la salud de los ciudadanos.
Además de Suiza, ciudadanos de otros países han levantado su voz en contra de esta tecnología. En junio de este año y en el marco del Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) convocó a una concentración ante el Ministerio de Sanidad con el fin de solicitar una moratoria a la implantación de la red 5G. Según el sitio web de la organización, la protesta tenía como finalidad “pedir que, por el bien de nuestra salud y de la de nuestros hijos e hijas y aquellas personas más vulnerables, las administraciones aplacen su generalización y en la regulación de las fuentes emisoras de electromagnetismo apliquen siempre el Principio de Precaución”.
El pasado junio se reseñaron protestas en diversas ciudades en Australia en contra de la red 5G y, según informaba un mes más tarde el medio neozelandés Stuff, han aumentado los grupos australianos que están en contra de esta tecnología. Una breve revisión en Facebook destaca dos páginas sobre el tema en ese país: Stop 5G Australia y We Say NO To 5G in Australia. El primero cuenta con más de tres mil seguidores; el segundo, con casi diez mil.
Otro grupo relevante en esta red social es STOP 5G U.K: actualmente, cuenta con más de veinte y dos mil miembros. Se comparten noticias y comentarios en diferentes tonos: en unos se evidencia una postura crítica frente a la inteligencia artificial, en otros se resalta los peligros de la red 5G –como el fin de la privacidad y de la libertad- y en algunos se celebra logros del movimiento, tal como es el caso de una comunidad del condado de Devon, en Inglaterra, en donde los activistas lograron persuadir a los funcionarios locales para que declararan una prórroga en la implementación de esta tecnología.
La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) admite que ni la agencia ni la industria de telecomunicaciones ha realizado ni financiado estudios de seguridad relacionados a la tecnología 5G, y que no está dentro de los planes.
El medio DutchNews informó que cientos de personas protestaron el mes pasado en La Haya por la llegada inminente de las redes 5G. Este portal indicó que los manifestantes le pidieron al gobierno que redujera el nivel de radiación permitida de los teléfonos móviles de nueva generación, mejorara las normas de privacidad y evaluara el efecto que pudiera tener sobre el clima.
En el artículo ¿Es seguro para la salud el 5G? se indica que existen más de 160 movimientos STOP 5G repartidos a nivel mundial y que, en Estados Unidos, el movimiento Americanos por una Tecnología Responsable ha reunido a representantes de 59 ciudades pertenecientes a 23 estados.
¿Por qué grupos de ciudadanos de países desarrollados como Suiza, España, Australia Estados Unidos, los Países Bajos o Inglaterra han asumido una posición contraria a la implementación de la red 5G? Según estos grupos, ¿cuáles son los posibles peligros que esconde esta tecnología?
5G: telefonía móvil e Internet de la Cosas
Antes de conocer los temores de algunos sectores de la sociedad, es importante entender qué es la red 5G. Mauricio Jaramillo Marín, director de Impacto TIC –empresa colombiana que brinda servicios estratégicos digitales y tiene como misión contribuir a la transformación digital de este país sudamericano- explica qué, como su nombre lo indica, 5G es la quinta generación de comunicaciones móviles y que, aunque viene a sustituir a la red 4G, este no va a ser un proceso automático. “Vamos a tener por muchos años redes 4G y redes 5G, así como hoy tenemos todavía redes 2G en operación”, indica.
José Felipe Otero, Vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Américas, señala que los cambios que trae esta tecnología depende de quién se esté considerando. “Si le preguntas a un usuario, el gran cambio que traerá es que va a ser más veloz, va a tener descargas de archivos más pesados en un menor tiempo. Si le preguntas a un operador de telecomunicaciones, el 5G les ofrece un uso más eficiente del espectro radioeléctrico que les permitirá transportar más datos con la misma cantidad de espectro”.
Otero explica que, para la implementación de esta nueva tecnología inalámbrica –así como ocurrió con las que le precedieron-, se necesita mayor cantidad de espectro radioeléctrico para poder ofrecer un mejor servicio. “Empiezas a utilizar más servicios de datos; las mismas aplicaciones comienzan a ser más complejas y más pesadas. Con el Internet de las Cosas se van a conectar más dispositivos y va a haber más tráfico”.
¿Por qué preocupa el 5G?
Una revisión por diferentes sitios web y notas relacionadas al activismo en contra del 5G dan cuenta de algunas coincidencias entre los detractores de esta tecnología. Afecciones a la salud –incluyendo cáncer- e impacto ambiental encabezan la lista de las posibles consecuencias que podrá conllevar la red.
El documento titulado ¿Es seguro para la salud el 5G?, , publicado en septiembre de este año, compila los principales temores que existen alrededor de esta nueva generación de telefonía móvil. Está firmado por Pedro Belmonte -del Área de Contaminación Electromagnética de Ecologistas en Acción, una confederación que reúne a 300 grupos ecologistas españoles-, Ceferino Maestú -Director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica (CTB)- y Enrique Navarro -Catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Valencia-. Dos de los posibles impactos que señala el artículo son:
- Con base en el artículo Assessing ICT global emissions footprint: Trends to 2040 & recommendations, se indica que “el desarrollo y despliegue del 5G, se sumará al consumo energético de todas las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y por lo tanto aumentará las emisiones gases de efecto invernadero que contribuirán al cambio climático”.
- Se considera que cualquier despliegue de estas tecnologías, que “se realiza sin estar sujeto a un control democrático real”, aumentará la exposición ciudadana a campos electromagnéticos de radiofrecuencia y microondas.
El doctor Navarro, uno de los autores, agrega: “En el año 2006 ya existían más de 174 trabajos científicos, publicados en revistas científicas, donde se reportaban efectos biológicos asociados a la radiación de la telefonía móvil. Ahora hay muchos más. La lectura de estos trabajos y una experiencia de más de 20 años haciendo medidas y entrevistando personas afectadas, nos hace ser muy cautos”.
Frequencia, en Suiza, es una de las organizaciones que está liderando el movimiento en contra de la tecnología 5G. Uwe Dinger y Coco Tache-Berther –copresidente y miembro de esta entidad, respectivamente- le indicaron a este medio cuáles son las principales preocupaciones que tienen con respecto a esta red.
“5G se introduce sin una evaluación sobre el impacto ambiental y en salud. Como regla general, la ley no prevé una revisión de nuevas tecnologías. Sin embargo, dado que el 10% de la población es electrosensible incluso antes de la introducción de 5G –estamos hablando de aproximadamente 800.000 personas solo en Suiza- no podemos permitir que se introduzca este estándar de radio móvil adicional sin una evaluación de riesgos”, explican.
Desde Frequencia estarían dispuestos a aceptar 5G como tecnología si pudieran excluirse los impactos negativos en los humanos y el medio ambiente. Sin embargo, ahora manejan otro conocimiento sobre el tema que no apunta a este escenario. “Contrariamente a las afirmaciones que prevalecen públicamente, hay muchos estudios que muestran efectos negativos para la salud de la radiación electromagnética”. Citan, por ejemplo, el BioInitiative Report 2012, escrito por 29 autores de diez países, que contiene más de 120 estudios que señalan efectos oxidativos o neurológicos.
“Desde 2002, numerosos llamamientos internacionales de médicos y científicos han advertido urgentemente de sus efectos nocivos. Uno de los más recientes es el 5G Appeal de 2017, que hasta la fecha ha sido firmado por 250 investigadores y médicos de 37 países”, enfatizan.
5G ¿bajo la lupa?
José Otero dice que la implementación de 5G precisa de un mayor número de antenas y que, evidentemente, toda antena de telecomunicaciones emite una radiación.
La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) admite que ni la agencia ni la industria de telecomunicaciones ha realizado ni financiado estudios de seguridad relacionados a la tecnología 5G, y que no está dentro de los planes.
En un discurso proporcionado en el National Press Club en junio del 2016, Tom Wheeler, expresidente de la FCC y jefe anterior del grupo de presión de la industria inalámbrica, aclaro la postura de la agencia al mencionar: «A diferencia de algunos países, nosotros no consideramos la necesidad de dedicar los próximos años a estudiar; es preferible otorgar la libertad a los innovadores que permitir que los comités y los reguladores definan el futuro. No esperaremos a los estándares.»
De acuerdo al Dr. Joseph Mercola: “en relación con los más de 2.000 estudios que demuestran una amplia gama de daños biológicos causados por los campos electromagnéticos, las garantías de la FCC y de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), de que las exposiciones a las radiaciones inalámbricas son seguras, incluyendo las del 5G, parecen falsas en el mejor de los casos”.
Desde Frequencia advierten que más y más personas se están resistiendo a la expansión excesiva de las redes de telefonía móvil. “Con ocasión de una encuesta representativa realizada por Tamedia en mayo de 2019, en la que participaron 19.018 personas de toda Suiza, el 57% rechazó un aumento en los límites de 5G. Existe un gran escepticismo entre los votantes de izquierda y de derecha. Los votantes verdes son aún más críticos según la encuesta: el 70% rechaza los límites más altos”, expresan.
En Chile, la discusión sobre la red 5G está dominada por la industria de las telecomunicaciones, con muy poca o nula información independiente en los medios que genere un pensamiento crítico en relación a esta tecnología.