“Guerrero soy y de la Batalla salgo triunfante”.
Rayos y regentes: IV, VI, MARTE, MARTE
Meditación: Viernes 15 de noviembre
Revisa el vídeo explicativo aquí (https://www.youtube.com/watch?v=rHpgeouJZag&t=7s)s
La Luna llena de noviembre volverá a brillar con fuerza la noche del viernes 15 de noviembre en el hemisferio sur, recibiendo el nombre de “Luna del Castor” en algunas culturas de América del Norte, en honor a este laborioso animal, que prepara y abastece su madriguera en este periodo para esperar con calma los meses más fríos. Y así como el castor, esta luna nos invita a reflexionar y meditar bajo la energía de Escorpio, ya que es en este momento donde la energía del sol se derrama sobre la tierra sin la interferencia del satélite natural.
Según explica el maestro Torkom Saraydarian (1), la energía de Escorpio es una mezcla de:
- Energía del cuarto rayo: Armonía a través del Conflicto.
- Energía del sexto rayo: el Rayo de la Devoción.
Mientras el cuarto rayo manifiesta “la voluntad de armonizar”, el sexto rayo manifiesta la “voluntad de causar”.
En la meditación grupal estas energías se reciben seguramente y se expresan creadoramente. Porque la meditación no es solo un proceso transmutativo sino también un servicio, en el que los grupos extraen energías conscientemente y las distribuyen creativamente a la humanidad.
El Maestro Tibetano, Djwhal Khul dice:
“Es mi ferviente anhelo que en estos días en los que la influencia de Escorpio y del planeta Marte se siente tan fuertemente en los asuntos mundanos, se cultive la intuición verdadera, se desarrolle el optimismo y el entendimiento, y que la naturaleza de las pruebas a las que el discípulo del mundo, la humanidad, está hoy en día sujeto pueda estimarse en su verdadero valor, y que la luz verdadera se derrame sobre el camino del hombre”
Dice también que: “Por primera vez en la historia de la humanidad y de los discípulos, la energía de Sirio, derramándose en los siete grupos que forman nuestra Jerarquía planetaria, suscita una respuesta”.
Esto significa realmente que la humanidad está entrando en el sendero del discipulado y va a pasar las pruebas del discipulado que Escorpio le presente, porque “Escorpio, en esta etapa particular de la evolución humana, gobierna el Sendero del Discipulado”.
Es interesantísimo saber que Sirio es la estrella de la iniciación, y la energía de Sirio se derrama dentro del signo de Escorpio. Así, Escorpio se convierte en un sendero hacia la puerta de iniciaciones cada vez mayores.
Una de las tareas de los discípulos y de la humanidad es establecer comunicación consciente con fuentes de energía cada vez mayores: inteligencia, amor y poder.
Todas las energías de las constelaciones, del zodíaco mayor y menor, se derraman en nuestro sistema solar y en nuestro planeta, pero debido a nuestra ineptitud para registrarlas, nos parecen inexistentes.
Siglo tras siglo, los seres humanos se desarrollan y entran gradualmente en contacto con estas energías, y al expandir el sendero del contacto, reciben más energía, más guía, y entran en iniciaciones mayores.
Lo importante es desarrollarnos, superar nuestras limitaciones, vencer nuestros intereses egoístas, y trabajar en favor de la humanidad. A medida que el hombre se descentraliza, entra en contacto más estrecho con estas energías superiores. Las energías superiores se enfocan en los individuos y grupos a medida que estos se tornan de orientación cada vez más humanitaria.
En Escorpio, los discípulos están preparados para avanzar en las iniciaciones. Cada iniciación es resultado de una victoria sobre la naturaleza inferior, atravesando nueve pruebas. Estas nueve pruebas se dividen en tres grupos.
- Las pruebas físicas se relacionan con: sexo, comodidad física, dinero.
- Las pruebas emocionales se relacionan con: miedo, odio, ambición.
- Las pruebas mentales se relacionan con: orgullo, separatividad, crueldad.
Los símbolos del signo de Escorpio son tres en total: serpiente, escorpión, águila. Mientras el símbolo de la serpiente representa a un hombre atrapado en su naturaleza inferior. El escorpión, en tanto, simboliza a un hombre que es algo avanzado y sirve a la personalidad con luz ocasional procedente de los reinos superiores. Finalmente, el águila en Escorpio simboliza un discípulo triunfante que ahora vuela sobre la tierra, y su morada está en las altas montañas. Su conciencia se enfoca en los planos mentales superiores, e inclusive en el plano intuitivo.
El lema de Escorpio es un desafío y una meta: “Guerrero soy, y de la batalla surjo triunfador.”
Escorpio representa la victoria. Tiene que lograr nueve victorias atravesando las nueve pruebas antedichas. Deberá atravesar victoriosamente estas pruebas y convertirse en un discípulo triunfador.
Se nos dice que durante el mes de Escorpio, la Jerarquía espiritual pone su mano sobre una persona que esté dispuesta para el sendero, y prueba su divinidad esencial.
El discípulo de Escorpio entra en tres crisis cuando trata de pasar sus nueve pruebas. Estas crisis se relacionan con:
- Nuevas decisiones
- Nuevas orientaciones
- Nuevas acciones
Es sólo a través de estas crisis que su naturaleza se le revela. Obtiene una victoria sobre su naturaleza inferior atravesando estas nueve pruebas a medida que toma decisiones nuevas y correctas, encuentra orientaciones correctas y asume acciones correctas.
Escorpio es el punto crítico. Después de cada victoria, el discípulo irradia luz mayor debido a sus nuevas decisiones, orientaciones, responsabilidades y acciones creadoras.
En realidad, estas nueve pruebas son los nombres de nueve obstáculos que impiden la radiación de la luz desde el centro espiritual del discípulo. Cuando se los vence, brilla la luz del Yo superior.
Se nos dice que Hércules pasó por estas pruebas al enfrentar a una hidra que tenía nueve cabezas. Procuró cortar esas cabezas una por una, pero fue imposible porque crecían de nuevo, una y otra vez. Pero Hércules tuvo una idea brillante: hizo a un lado su garrote, se arrodilló, aferró a la hidra con sus manos, la alzó y la mantuvo sobre su cabeza hasta que la fuerza de la hidra menguó y, a su tiempo, ésta murió.
En este bello simbolismo hay grandes ideas:
- Un discípulo debe ser un guerrero intrépido
- Debe poner toda su fe en sus propios recursos
- Debe vencer el orgullo de su personalidad y arrodillarse frente al Yo superior y a los valores superiores
- No debe dejar que crezcan vicios en el yo inferior
- Debe elevar todos los problemas hacia la luz de su Yo espiritual y vencerlos
Una vez que vemos nuestros vicios bajo la luz del Yo transpersonal, ellos dejan de tener poder para afectarnos. Es después de semejante victoria que el discípulo de Escorpio vive, se mueve y crea bajo la luz del Plan Jerárquico.
El camino del Discípulo
Janna van Baalen, miembro de la asociación mundial Lucis Trust, propone para este periodo de meditación una reflexión en torno a las ideas de la esoterista y escritora inglesa Alice Bailey, explicando que la base de la astrología esotérica descansa en el conjunto de las relaciones universales, en la interacción de las energías y en la naturaleza de lo que se encuentra más allá del mundo de las formas. En esa línea, durante los periodos de plenilunio, concentramos nuestra atención en una faceta de este vasto y complejo conjunto de relaciones y lo observamos a través de la lente del signo en el que se encuentra el Sol en ese momento. Profundizando en las ideas astrológicas presentadas en la astrología esotérica, tomamos conciencia de la interconexión que tenemos, como familia humana, con esta unidad omnipresente y, con el tiempo, aprendemos finalmente a funcionar como almas.
Cuando el Sol se encuentra en Escorpio, se presta especial atención a las influencias planetarias que, mediante su interacción y sus efectos, están llamadas a preparar el Camino del Discípulo y a poner la personalidad – tanto del ser humano individual como de la humanidad en su conjunto – en relación con el alma. Es un camino que conduce de la oscuridad a la luz y de lo irreal a lo real. Pero precisamente por ello, va acompañado de innumerables pruebas que llevarán finalmente a la actitud inequívoca de Sagitario y a la ascensión de la montaña de la Iniciación de Capricornio.
Antes que la humanidad se encuentre en el Camino del Discípulo, transcurre un largo período durante el cual la vida de la mayoría de las personas está dominada por los tres mundos inferiores del hombre. Sin embargo, cuando estos tres mundos se alinean progresivamente y se encuentran más bajo la influencia de la energía del alma (sea de un ser humano individual, de la humanidad o de una entidad aún mayo), la etapa del contacto consciente con el alma se acerca. Una etapa que, como hemos dicho, es un camino de preparación que conduce inevitablemente al umbral – el umbral de la divinidad, como dice el Tibetano – donde la humanidad se ve, conscientemente y a la vez, bajo la apariencia del Guardián del Umbral, situado en frente del Ángel de la Presencia, el alma.
La batalla que hay que librar aquí es la de la máxima oposición entre el pasado y el futuro, entre la forma y el alma. El pasado que, bajo la forma del Guardián del Umbral, es la humanidad misma, con todos sus viejos hábitos, su egoísmo y su codicia. Y el futuro que es el Ángel de la Presencia, cuya naturaleza es el amor y la comprensión global.
Esta dualidad es la que debe ponerse a prueba aquí a través de un proceso dinámico en el que el rayo del alma entra en conflicto con el rayo de la personalidad. Son los conflictos que surgen de las limitaciones de la personalidad que, paradójicamente, son la oportunidad para un posterior desarrollo. Es esencialmente el momento en el que, con gran esfuerzo, la rueda de la vida se invierte. Esta expresión simbólica constituye el núcleo de la tarea que se debe realizar en Escorpio. Una tarea que solo puede tener éxito si la conciencia del ser humano o de la humanidad, que entra entonces en el camino del discípulo, consigue desprenderse del mundo de la expresión (la forma) y conectarse con el mundo de la conciencia del alma.
La paradoja de esta lucha está formulada por el Maestro en la octava orden dirigida a Hércules, el discípulo mundial, de matar al monstruo de nueve cabezas que escupen fuego, la Hidra, que dormita en el pantano maloliente del inconsciente. El consejo dado por la Enseñanza es el siguiente: “… Ascendemos arrodillándonos; vencemos cediendo; ganamos renunciando… “.
En la historia del octavo trabajo, Hércules lo muestra vívidamente: de rodillas, es su fuerza interior la que le permite levantar al monstruo por encima de su cabeza. Mantenido en la luz – por el Ángel de la Presencia, se puede suponer – el monstruo, o el Guardián del Umbral, pierde su poder de obstrucción y solo queda una cabeza, que resulta ser inmortal. Muchos se han preguntado por este simbolismo. Y se han dado diversas interpretaciones, pero sospechamos que esta cabeza inmortal que se cortó y enterró bajo una roca, está vinculada a la continuidad del pasado en el presente, con la mirada puesta hacia el futuro.
La luz inferior es absorbida por la luz superior. El triple cuerpo, el tercer aspecto divino que ha alcanzado la perfección en la forma (personalidad) está subordinado al segundo aspecto, el alma. La naturaleza y el carácter de las experiencias y las pruebas que el discípulo experimenta en Escorpio provienen del hecho de que la personalidad, casi integrada por completo, es también el resultado de las influencias inconscientes que los deseos del alma han ejercido sobre la formación de la personalidad.
Se dice que, en Escorpio, el discípulo debe ponerse conscientemente en una condición en la que las pruebas y las experiencias son inevitables. Básicamente, es la primera forma de cooperación entre el alma y la personalidad, iniciada por la personalidad. Es el principio de la voluntad-de-sacrificio. No debemos olvidar que este proceso se desarrolla en el “umbral”, entre el mundo de la expresión en las formas inferiores y el mundo de la experiencia que se desarrolla en la conciencia.
El Guardián del Umbral es la totalidad de esta expresión en la forma, y el Ángel de la Presencia es la experiencia que se desarrolla en la conciencia por encima de la forma.
Qué pasaría si la humanidad, como el discípulo en Escorpio, pudiera comprender que la solución no reside en culpar a grupos, a individuos, o incluso al pasado, sino que la solución reside en la experiencia consciente de la energía del alma y en el trabajo oculto puro, la ciencia que utiliza la energía del alma para el bien de toda la humanidad.
Ahora, la invitación es a reflexionar sobre el Camino del Discípulo pronunciando la Afirmación del Discípulo:
Afirmación del Discípulo
Soy un punto de luz dentro de una luz mayor
Soy una corriente de energía amorosa dentro de la corriente de Amor divino
Soy un punto de fuego de sacrificio enfocado dentro de la ardiente Voluntad de Dios.
Y así permanezco.
Soy un camino por el cual los hombres pueden llegar a la realización
Soy una fuente de fuerza que les permite permanecer
Soy un haz de luz que ilumina su camino.
Y así permanezco
Y permaneciendo así, giro
Y huello el camino de los hombres y conozco los caminos de Dios.
Y así permanezco
OM
Fuentes:
- Sinfonía del Zodíaco” de Torkom Saraydarian, pág. 204-212
www.lucistrust.org/uploads/es/arcaneschool/FMT-2023_GNB_Escorpio.pdf