Sol en Acuario
“Soy el agua de la vida vertida para los hombres sedientos”.
Rayos y regentes: V, 7, 2 URANO, JÚPITER
Meditación: Martes 11 de febrero
Luna Llena: Miércoles 12 de febrero
Revisa el vídeo explicativo aquí (https://www.youtube.com/watch?v=rHpgeouJZag&t=7s&ab_channel=MundoNuevo)
Febrero de 2025 iniciará con una Luna Creciente que tendrá a la gran bóveda poco iluminada, lo que nos permitirá desde el hemisferio sur observar de las Alfa-Centáuridas, una lluvia de meteoros, para luego ir completándose nuestro satélite natural hasta el plenilunio la madrugada del miércoles 12 de febrero, con la luz del sol en Acuario, que trae consigo la meta suprema de expresar la nueva Era, sus visiones, ideas y trabajo, y ser el “agua de vida… derramada para los hombres sedientos”.
Desde esta perspectiva, tomamos nuevamente las enseñanzas del maestro Torkom Saraydarian (1), quien nos recuerda que en algunos escritos esotéricos, leemos que a Cristo se le llamó Acuario. Ese es uno de sus nombres… y su deber es introducir la “vida más abundante” durante la Era de Acuario.
La vida más abundante que Cristo transmite a la Tierra puede ser nuestra solamente cuando tomemos contacto con la fuente de vida en nuestro interior, con el Yo real. La vida interior puede apreciarse solamente cuando desarrollamos el poder intuitivo, y nos convertimos en dispensadores de vida.
Por eso, la primera exigencia de Acuario y de la Era Acuariana será para la purificación de la vida individual y de la vida planetaria. A través de la purificación es que la humanidad sobrevivirá y avanzará por su sendero de evolución superior.
Una vez que se logra la purificación y que nos volvemos hacia una vida y una luz mayores, la Divinidad interior, que está dentro de nosotros, se revela y tenemos la “vida más abundante”, el agua de vida “derramada para el mundo sediento”, para la sed de vida espiritual que el mundo tiene.
Hay en el Nuevo Testamento un bello relato. Cristo estaba cerca de un pozo, y una mujer se acercó a éste para sacar agua. Cristo le habló así a la mujer:
– ¡Dame un poco de agua!
Ella le respondió: ¿No sabes que no puedo darte agua?
Él le dijo: Si supieras quién te está pidiendo agua, tú serías quien Le pediría agua y Él te daría agua viva.
Ella dijo:¿Cómo podrás darme agua viva si no tienes balde ni pozo profundo?
Él le contestó: Todo el que bebe de esta agua tiene sed nuevamente. Pero quien beba del agua que yo le dé, jamás tendrá sed, sino que habrá en él un poco de agua que brota hacia la vida eterna.
La vida se revela una etapa tras otra. Está la vida de un átomo, de un arbusto, de un árbol, un pájaro y un animal. Luego, está la vida de un salvaje, de un hombre educado o civilizado, de un discípulo o Iniciado, de un Ser planetario, de un Ser Solar y más allá.
La vida abundante es la vida que progresivamente expande su radio de contacto, comunicación y cooperación. Si un hombre vive para sí solo, su vida es muy limitada. Es una luz vacilante y un peligro para los demás.
Cuando un hombre vive para un grupo, está en el sendero que conduce a una vida mayor. Cuando un hombre vive para una nación sin ser nacionalista, se acerca a la puerta de la vida. Cuando expande su conciencia y vive para la humanidad, se está abriendo para él la puerta de la vida. Cuando un hombre vive para toda la existencia, vive y se mueve en la vida más abundante. El grado de vastedad es el que nos introduce en una vida mayor.
La energía acuariana es energía eléctrica. Esta energía es la que nos ayudará a romper nuestras limitaciones de tiempo, espacio y materia, y a desarrollar nuestros poderes psíquicos superiores y usar nuestra perfección espiritual, nuestro recto conocimiento y nuestra intuición.
En la actualidad, la mayoría de las personas viven como cuerpos físicos. El Espíritu inmortal que está en ellas se comunica con la existencia solamente a través del cuerpo físico. Su comunicación y su contacto con la vida en conjunto son muy limitados.
Cierto porcentaje de Chispas humanas se relaciona con la vida a través de sus vehículos físicos, emocionales y mentales. Así, el radio de su contacto es mucho mayor. Tienen una vida más abundante y son conscientes de una totalidad mayor.
La vida más abundante que Cristo transmite a la Tierra puede ser nuestra solamente cuando tomemos contacto con la fuente de vida en nuestro interior, con el Yo real. La vida interior puede apreciarse solamente cuando desarrollamos el poder intuitivo, y nos convertimos en dispensadores de vida.
Los sedientos son los que vagan por el valle de las sombras. Corren día y noche tras las sombras y quedan siempre sedientos. Las sombras son los objetos sensorios, los objetos de goce, que satisfacen la personalidad, pero dejan sedienta al alma.
Hércules, un gran Iniciado, cumplió su trabajo en Acuario, del siguiente modo:
Había un rey que durante treinta años no limpió los establos regios. El hedor era espantoso y muchas personas morían de infección. El monarca convocó a mucha gente, pero ésta fue incapaz de limpiar los establos. De modo que Hércules acudió al rey Augías y le dijo: Aquí estoy, yo puedo limpiar los establos en un solo día.
El rey no le creyó, y juzgó que detrás de su afirmación había una motivación oculta. Pero debido a que la necesidad era grande, le contestó: Puedes intentarlo, y si los limpias, ven a verme.
Por la mañana temprano, Hércules se dirigió a los establos y comprobó el estado del sector circundante. Vio que había dos ríos que corrían en las cercanías. Tuvo una gran idea. Durante toda la mañana procuró cambiar la dirección de los ríos hacia los establos, y lo logró. Llegó el agua y, en pocas horas, limpió todo el estiércol acumulado. Luego de concluir su trabajo, acudió al rey, le informó y pidió su recompensa, pero el rey se encolerizó, y le dijo: Vete, márchate de aquí antes de que reduzca tu estatura cortándote la cabeza.
De modo que Hércules se marchó. Este es un bellísimo relato simbólico. El rey es la Chispa divina que está dentro de nosotros, llamada en ocasiones Mónada. Hércules, siendo el alma humana, era un reflejo de la Mónada en la personalidad. No le mataron porque él era el Yo mismo.
Los ríos eran el hilo de la vida y el hilo de la conciencia. El hilo de la vida se llama el sutratma que se amarra en el corazón, y el otro se llama el hilo de la conciencia que se amarra en la cabeza. Hércules liberó estas dos energías en los establos.
Los establos son nuestras naturalezas física, emocional y mental, en las que se halla la suciedad acumulada de muchas encarnaciones. Dentro de nuestros establos se acumulan todo el maya, todos los hechizos e ilusiones. ¿Cómo podremos limpiarlos?
Nuestra naturaleza física está llena de impulsos y tendencias. A lo largo de los siglos se convirtieron en hábitos, y moldearon nuestra vida. Hemos heredado maldad, incluso enfermedades sepultadas profundamente en nuestros genes.
No sólo hay contaminación dentro del cuerpo físico individual sino también en el cuerpo de la humanidad, y profundamente en las venas de la madre Tierra. El veneno generado en el océano, en el aire y el suelo es una pesada capa de “estiércol de ganado” dejado en los establos.
Luego está el establo emocional: odios, molestias morales, soborno, celos, codicia, miedos, sentimientos negativos y separativos, ira, venganza… todos estos contaminantes son otra capa en el establo.
Está también el establo mental lleno de pensamientos de separatismo, racismo, mentiras, prejuicios y supersticiones. Todo esto y otras cosas más se acumularon durante “treinta” años dentro de la naturaleza de la humanidad. Y es muy extraño que la humanidad todavía tolere este “estiércol de ganado” y no se atreva a liberar los dos ríos para limpiarlo mediante un trabajo hercúleo.
El primer río puede traducirse como el río de la vitalidad, una vida vivida cerca del concepto de sobre vivencia, una vida vivida con poder de voluntad, y decisión para ponerse del lado de las actividades vitalizadoras, y abstenerse de pensamientos, sentimientos y acciones que causen la muerte.
El otro río, el río de la conciencia es el del razonamiento y la lógica puros, bajo la luz de la sobre vivencia de la humanidad, bajo la luz del bien supremo de la humanidad. Este es el río que revela la verdad y la verdad nos pone en libertad. Es el río que revela el rostro de la corrupción, la miseria, la explotación y los enemigos individuales nacionales e internacionales de la humanidad.
Este es el río que purifica nuestra mente de todas las formas de pensamiento cristalizadas y obsoletas; y nos da la libertad de vivir para la sobre vivencia y la transformación de la humanidad.
Estos dos ríos los indica el símbolo de Acuario, agua viva electrificada, que se derrama para limpiar los establos de la humanidad.
Cada año, desde el 20 de enero hasta el 19 de febrero, la humanidad debe dedicarse a limpiar sus establos, liberando conscientemente estos dos ríos dentro de su vida. En otras palabras, vamos a suscitar nuestro poder volitivo y bajo la luz de nuestro intelecto, y los vamos a poner prácticamente a trabajar para limpiar los establos de nuestra naturaleza. Si esto se efectúa un año tras otro, a su tiempo desaparecerá la suciedad acumulada.
Es interesantísimo notar que Hércules no luchó contra la suciedad paleando, removiendo ni amontonando el estiércol sino que, en lugar de ello, liberó los dos ríos y dejó que ellos realizaran el trabajo de purificación.
No vamos a aceptar el “estiércol” en nuestra naturaleza. Nuestra responsabilidad es liberar la luz de la conciencia y el poder volitivo para que la acumulación de las tinieblas desaparezca o se esfume.
Las aguas de la vida
En el contexto del encuentro de Luna Llena de LucisTrust en Nueva York en 2024, la agrupación internacional comparte una enseñanza basada en el pensamiento de Alice Bailey, invita a centrarse en satisfacer las necesidades humanas y a no dejarse vencer por todas las emociones que rondan la intensidad de la crisis que se vive actualmente en los asuntos humanos.
De acuerdo a esta conferencia, se puede observar que surge la espiritualidad acuariana en las comunidades de todo el mundo a medida que la gente se aleja de los eslóganes fáciles y la histeria creada por personas influyentes partidistas y populistas. Por encima de todo, las energías de Acuario nos ayudan a pensar en términos del bienestar global, y lo hacen de maneras que reconocen al todo como una entidad viva que respira con propósito, espíritu, conciencia y carácter.
A medida que la luz de Acuario incrementa su influencia, la relación entre la parte y el todo se comprenderá y aplicará con mayor claridad y simpleza. El llamado es a imaginarnos a nosotros mismos unidos con todos los que están meditando en servicio a la humanidad y al mundo en este momento: un grupo fuerte y claro en conciencia. Y ampliemos los límites del grupo para ir más allá, abrazando las corrientes de la iluminación viviente que fluyen de los Grandes Seres en el aspecto interno de la vida. Justamente, el trabajo de luna llena consiste en hacer un acercamiento grupal a este abundante reservorio de Iluminación.
Al unirnos ante el Gran Ashram, una de nuestras tareas específicas de este trabajo grupal de luna llena, es abrirnos a la vivencia de ese Gran Avatar en el centro del reservorio de Iluminación, el Cristo de Acuario, Aquel que muestra la luz y da el agua. (3) Y así, como grupo unificado, en alineamiento con las presencias y energías superiores que impulsan la evolución, ¿podemos permanecer figurativamente con la humanidad, tal como es la humanidad ahora?
Imaginemos que podemos escuchar el aliento colectivo de la Humanidad como un reino en la naturaleza: alma y personalidad unidas en la encarnación. Podríamos notar la profundidad de la perturbación en la respiración humana en este momento, reconociéndola como una parte esencial del proceso de transición y parte necesaria de la evolución, y la única forma en que realmente podemos observar esta perturbación sin agitación, dolor o desesperación es también notando la gran cantidad de puntos de luz y amor en el mundo, centros donde crecen la visión grupal, la fuerza y el propósito, y nuevas formas de pensar toman forma en el corazón del reino humano. Con nuestra imaginación, vemos la respiración entrando en un ritmo más calmo, libre de tensión, con más fluidez. Y ahora, mientras observamos a la humanidad a la luz del Ashram, antes de pronunciar el Mantra de la Fusión Grupal, podemos guardar un momento de silencio al ver al Cristo, Aquel que Muestra la Luz y da el Agua, aproximándose a la humanidad, cada vez más cerca, mostrando la luz, dando el agua.
La invitación es a reflexionar en las siguientes palabras:
“Soy uno con mis hermanos de grupo, y todo lo que tengo les pertenece.
Que el amor de mi alma afluya a ellos.
Que la fortaleza que hay en mí los eleve y ayude.
Que los pensamientos que mi alma crea, les alcancen y animen”.
Podría sernos útil comenzar nuestras reflexiones sobre Acuario considerando la comunidad de personas de hoy que, de una manera u otra, se sienten impulsadas a recorrer un camino espiritual. Recorrer el camino no es un asunto fácil, como la mayoría de nosotros sabe. Trae desafíos y evoca crisis. Sin embargo, así es como la conciencia se profundiza y madura. Las fuerzas de la personalidad, las energías del alma y la Vida del Espíritu interactúan y se interconectan en el sendero.
El Tibetano sugiere que el clímax iniciático para la gran mayoría de los que están hollando el camino durante este período está condicionado por Acuario. Esto nos dice que la meta y el signo del logro final para los aspirantes y discípulos de todas las tradiciones en este momento es progresar constantemente hasta convertirse en «servidores liberados del mundo». Esta es la visión y la meta para toda la comunidad espiritual, sea reconocida o no. Si bien el camino puede comenzar estableciendo la propia autoridad y soberanía como un individuo plenamente afirmado, integrado y consciente de sí mismo, solo se convierte en un camino verdaderamente espiritual cuando se ocupa de los interminables desafíos que implica perder el fuerte sentido del yo separado, a medida que uno se enfoca cada vez más en satisfacer las necesidades más profundas de la época. La espiritualidad para esta era consiste en atender esas necesidades.
A medida que avanzamos hacia la Era de Acuario, podemos esperar ver una presencia cada vez mayor de un vasto grupo de seres humanos que encuentran su significado y propósito en su voluntad activa de servir de esta manera, libre de consideración o enfoque sobre sí mismos. A medida que esto se hace más notable y el impacto de los servidores en cada profesión y en cada campo de actividad se fortalece, podemos esperar que más y más personas piensen en términos de una Jerarquía de Servicio, que se extiende desde los Grandes Maestros en el Aspecto Interno hasta los pensadores iluminados en el mundo de la experiencia y la actividad, todos reconocidos y conocidos como parte de un continuum o jerarquía de servicio.
En esta luna llena restauremos la fe en el futuro, retornemos a la vida la alegría del trabajo significativo que trae belleza y buena voluntad en el mundo de las relaciones, las instituciones, el gobierno, entre otros.
A medida que la potencia de las energías de Acuario aumenta gradualmente, las aguas de la vida se derraman con creciente abundancia, inundando la mente de los servidores del mundo y la conciencia de las masas, trayendo pureza y dulzura al pensamiento. El efecto principal de estas aguas es, se nos dice, «inducir el reconocimiento de la unidad humana esencial, de los procesos de compartir y de cooperación; y del surgimiento de la nueva religión mundial cuya nota clave será la universalidad y la iniciación. Si la palabra «iniciación» significa los procesos de «entrar en», entonces la entrada en la era de Acuario significa que la humanidad está siendo sometida a esas energías y fuerzas que romperán las barreras de la separación, y que unirán y fusionarán la conciencia de todas las personas en la era de unidad que es distintiva de la conciencia crística». (4) Y así, dejemos que las Aguas de la Vida se derramen… y llevemos, como grupo, esas aguas para que fluyan hacia los hombres y mujeres sedientos del mundo.
Fuentes:
(1) Sinfonía del Zodíaco, pág. 232 / 240
(2) https://www.lucistrust.org/uploads/es/arcaneschool/FMT-2024_NY_Acuario.pdf
(3) Astrología Esotérica, p. 273
(4) Reaparición de Cristo, 81-82