«Los mantrams son un conjunto de frases, palabras y sonidos que, en virtud del efecto rítmico, consiguen resultados que no serían posibles sin ellos», afirmó el maestro Djwhal Khul. Presentamos una mirada a los mantrams, de acuerdo al libro homónimo escrito por el doctor K. Parvathi Kumar (1), donde explica, entre otros aspectos, cómo practicarlos de manera correcta para conseguir su efecto triple: protegernos, conducirnos hacia el camino correcto e iluminar nuestra mente.
Por Paloma Soto
La definición de un mantram es “tanto como se lo pronuncie en forma reiterada, así nos protegerá la fórmula de sonido”. De esta forma, cuando lo pronunciamos regularmente con veneración en un centro dado de nuestro cuerpo, se genera la vibración de sonido relacionada en ese centro y se mueve en forma circular creando un embudo de Luz.
Los mantrams tienen su raíz en los sonidos-semilla, están llenos de potencia y su naturaleza es esencialmente de fuego. Son 35 en total y sus sonidos se dan dependiendo de la idoneidad de las personas y de los grupos.
En su libro “Hojas del Ashram” (pág. 245), el doctor K. Parvathi Kumar profundiza en esta idea indicando en relación a los mantrams:
1. Escuchemos la canción en el sonido
2. Exotéricamente, el sonido nos lleva al significado, el significado nos lleva a la comprensión y luego a la sabiduría.
3. Esotéricamente, el sonido nos lleva (…) a la bendición del silencio.
4. Un sendero del sonido nos lleva a la sabiduría. El otro sendero del sonido nos lleva a la experiencia.
5. Uno nos convierte en filósofos. ¡El otro nos convierte en Yoguis!
Los estudiantes de Occidente tienen poca o ninguna idea de las fuerzas que yacen latentes en el sonido, las vibraciones akáśicas que pueden ser establecidas por aquellos que saben cómo pronunciar ciertas palabras. El OM, o el OM MANI PADME HUM tienen una afinidad espiritual con las fuerzas cósmicas, pero sin un conocimiento del orden natural o del orden en que están colocadas las sílabas, muy poco se puede conseguir. OM es, desde luego, AUM, y puede ser pronunciado como de dos, de tres, o de siete sílabas, estableciendo diferentes vibraciones.
Por eso los estudiantes harán bien en volverse conscientes de la vibración del sonido que establecen las letras en vez de anhelar su significado. La vibración del sonido de una misma letra en un mantram que aparece más de una vez, tiene diferente vibración. Una vibración diferente establece una nota musical y un color diferentes. La concretización de una vibración, de un color y de una nota musical nos llevará a la comprensión de la letra muerta. Los colores, las vibraciones y las notas musicales (y por ende los valores numéricos) cambian continuamente según la entonación, incluso con respecto a la misma letra; por ejemplo, en el OM. De ahí que el acercamiento al mantram sea hacia la vibración que se establece y no hacia el significado. Este es el punto en que la mente concreta que intenta sistematizar y cristalizar, lo encuentra difícil, por lo tanto, es posible que se dé un rechazo del conocimiento del sonido por parte de los intelectos cristalizados.
Cuando el mantram se canta con veneración regularmente, en un centro determinado del cuerpo, se genera a partir de ese centro una vibración sonora que se mueve circularmente y crea un embudo de luz.
Este embudo de Luz envuelve al que lo canta, desde la cabeza hasta los pies, y construye un escudo etérico protector. Este escudo protector impide que la persona vaya por direcciones equivocadas y le permite a uno seguir adelante en la dirección correcta. Por último, al cabo de muchos años de práctica regular, producirá la iluminación de la mente.
Los mantrams son sonidos rítmicos con entonaciones específicas. El ritmo, la entonación, y el propósito son sus claves. La aplicación de estas claves con el correspondiente color, en el correspondiente centro, con el correspondiente símbolo, hará que se logren resultados sorprendentes que de otro modo se conseguirían lenta y gradualmente a veces; y muchas veces los fines subjetivos y objetivos que se alcanzan mediante la práctica de los mantrams, no se pueden lograr de otro modo. Esto se debe a que los mantrams son esencialmente de fuego y producen con rapidez una purificación interior y exterior, pero cantarlos fortuitamente no produce semejante resultado.
Recordemos que las claves para cantar los mantrams son:
- La vibración del sonido
- La pronunciación rítmica
- El propósito
- La entonación
- El color
- El centro
- El símbolo
Para lograr la vibración, el estudiante tiene que escuchar cuidadosamente el sonido de las letras. No se le recomienda que cante hasta que no haya escuchado bien y adquirido la suficiente confianza para cantar.
Para conseguir el ritmo del sonido referente al mantram el estudiante tiene que volverse consciente de la nota musical correspondiente. También ha de tener un poco de oído musical.
Para conseguir el propósito, son necesarias la capacidad de focalizarse, la veneración por la práctica, la disciplina de la pureza y la continuidad de la práctica.
La entonación se consigue escuchando y cantando cuidadosamente. Ello exige el control de la lengua.
El color es una cuestión de visualización, y lo mismo ocurre con el símbolo, que se basan en la capacidad de focalizar que tenga el estudiante, mientras que el centro (el chakra en que se trabaje) es una propuesta mental.
Ese es el modo de pronunciar los mantrams. No puede ser fortuito. Es científico y en estados avanzados, se vuelve artístico. A la práctica científica del mantram se la llama Tantra, y al símbolo del mantram se le llama Yantra.
De este modo se logra el mantram mediante la actividad triangular de su aplicación según la ciencia (Tantra) a un símbolo (Yantra). Es una desgracia que el Tantra haya sido malinterpretado y se le haya difamado, sin comprender su verdadero sentido. La verdadera práctica del Tantra está, por consiguiente, relacionada con el mantram (el sonido) y ha sido bien preservada hasta la fecha en las Montañas Azules del Sur de India y en los lugares sagrados de Tíbet. Ya es hora de que el Tantra sea comprendido en toda su propiedad.
Para respetar al mantram, se le recomienda a uno que sea limpio de cuerpo y mente antes de hacer su trabajo inicial con éste. Cuando esta práctica se hace regular y el mantram se establece en la mente subconsciente, como se dijo anteriormente, tendrá lugar por sí solo.
Mucho depende de la veneración y dedicación de uno hacia la práctica. No tener prisa por recitar el mantram. Es esencial que uno escuche cada una de las sílabas y su entonación cuidadosamente y establezca firmemente las sílabas en sí mismo antes de comenzar a recitar el mantram. La pronunciación especifica y clara de las sílabas con la correspondiente entonación despierta el necesario potencial en uno y le ayuda. No asumir que uno conoce el mantram. Eso es presunción. Escuchar bien, escuchar durante mucho tiempo, hasta que uno haya escuchado por completo, y luego pronunciarlo.
Cinco son las reglas para una pronunciación apropiada que constituyen la ciencia de la pronunciación que se conoce como Sikśa. Estas son: ritmo, duración, énfasis, modulación y unidad.
El ritmo se refiere al tono alto, tono normal y tono bajo del sonido. La duración se refiere a la brevedad o longitud de tiempo con que se ha de pronunciar el sonido El énfasis se refiere a la intensidad, al esfuerzo al pronunciar. La modulación se refiere al balanceo musical del sonido que hay que observar. La unidad se refiere a unir los sonidos.
Estas características han de ser aprendidas mediante un proceso cuidadoso de escucha. El estudiante ha de esforzarse por aprender a pronunciar apropiadamente. Si al mantram le falta cualquiera de estas cinco reglas, no podrá producir el resultado esperado.
En esta línea, el Dr. K. Parvathi Kumar presenta en su libro los siguientes pasos para la práctica del mantram:
Paso 1: Sentarse cómodamente y encender incienso y una vela (si se quiere).
Paso 2: Mirar hacia el este o el norte.
Paso 3: Que todo el cuerpo esté cómodo y la mente en armonía.
Paso 4: Cerrar suavemente los ojos y pronunciar el OM (3, 5 o 7 veces), remontándonos al origen del sonido en nosotros.
Paso 5: Hacer tres respiraciones y observar el silencio durante dos minutos.
Paso 6: Situarse mentalmente en el centro recomendado para el mantram, luego pronunciar el mantram oralmente y escucharlo por completo.
Paso 7: Escuchar el sonido pronunciado es la disciplina más esencial referente a la ciencia del sonido y del mantram. Uno puede cantar el mantram tantas veces como quiera según el número de múltiplos mencionado (si resulta dificultoso contar, dejarlo de lado).
Paso 8: Hacer una pausa después de tres respiraciones profundas, y luego observar el silencio durante dos minutos.
Paso 9: Pronunciar el mantram mentalmente sin mover la lengua, como se ha descrito anteriormente. Hacerlo tantas veces como sea posible, sintonizando mentalmente con el mantram. Eso hará posible la desaparición gradual de los niveles externos de la mente que vagabundea por el mundo objetivo y hará que se despierten los niveles internos de la mente para aproximarse a la consciencia subjetiva. Esto contribuye a entrar en el lado interno de nuestro ser, que es lo que se llama «Entrar al Templo».
Paso 10: Contemplar en el interior tanto como uno se sienta inclinado a hacer. Recordar, por favor, que la pronunciación subjetiva conduce al lado interno de los niveles de la mente y da como resultado la contemplación. Fomentar esta contemplación le conduce a uno a la meditación, en la que el mantram queda fuera debido a la integración con el alma. Esa es la finalidad última de practicar con el mantram.
Paso 11: Se puede concluir pronunciando la Invocación de la Paz. Observar la respiración tres veces y dejar la postura adoptada para este trabajo.
Paso 12: Permanecer en silencio al menos durante cinco minutos después de esta práctica. Demostrar Amor en la acción y en el servicio hacia toda forma de vida ayudará al estudiante del mantram a alcanzar la plenitud, ya que los mantrams no cooperan con los egoístas.
Con las palabras del Dr. K. Parvathi Kumar, queda abierta la invitación a esta práctica profunda, que ayuda a purificar las emociones y el cuerpo mental cuando se pronuncian como se sugiere, y facilitan el progreso del peregrino por el Sendero de la Luz. Un sendero que todos y todas podemos alcanzar.
- El Dr. K. Parvathi Kumar, nació en 07 de noviembre 1945 en Vijayawada (India), estudió Leyes y Economía en la Universidad Andhra de la India. Ha dedicado su vida a las actividades socio-espirituales y trabaja activamente en las áreas económicas, sociales y culturales, teniendo la espiritualidad como base. Fue honrado por la Universidad de Andhra con el título de Doctor en Letras H. C. en 1997. En 2013, fue nombrado profesor honorario de la Universidad de Andhra.
Fuentes: