En algunas ciudades, todo es objeto de una precisa planificación. Así como se delimitan los barrios, las calles y las señalizaciones de tránsito, también se disponen y crean especialmente “espacios verdes” que normalmente son destinados a áreas recreativas como parques o plazas. Otras son más bien resultado de una acumulación de sucesos.
En todo tipo de ciudad, los árboles, además de romper con la monotonía gris del paisaje urbano y delimitar espacios, tienen una importante función para la salud, purificando el aire. Por eso, la OMS recomienda 9,2 m2 de áreas verdes por habitante.
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Quien ha vivido o recorrido una gran ciudad durante el verano, sabe bien que los días de calor se sienten aun más intensos. Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina, ha comprobado esto científicamente, notando que en las calles sin árboles la temperatura se eleva entre 4 y 9ºC. De esta manera se corrobora el efecto moderador que ejerce el arbolado urbano sobre la temperatura y la humedad del aire. En la investigación, se tomaron medidas de dos calles paralelas: una sin árboles y otra, con ellos. La directora del estudio, María Silvia Carponi, señaló al respecto que: «Cuando se mide un ejemplar con césped y se lo compara, la diferencia puede llegar hasta los 9°C».
¿Cuáles son los beneficios que los árboles le aportan a las grandes ciudades?
Los árboles producen sombra y oxígeno, y absorben dióxido de carbono naturalmente, lo cual en un ambiente altamente contaminado como suelen ser las grandes ciudades, podría ayudar a purificar el aire. Además, se calcula que un grupo de árboles puede reducir la contaminación por partículas hasta un 13%, reteniendo en sus copas hollín, polvo y gérmenes ambientales.
De esta manera, ejercen un efecto regulador sobre el clima, modificando la temperatura, el viento, la humedad y la evapotranspiración. Esto contribuye a mejorar el ambiente sobrecalentado por las actividades industriales y de transporte en las ciudades.
Por otro lado, también ayudan a reducir la velocidad y el volumen de la lluvia, controlando el flujo de agua y previniendo inundaciones. A la vez, reducen la contaminación visual, regulando la luz artificial y natural, y amortiguan sonidos.
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A pesar de estos beneficios, todavía existen quienes entienden a los árboles como objetos decorativos que pueden eliminarse si obstaculizan el delineado de algún proyecto de construcción específico que, por lo general, significa grandes sumas de dinero. Por esto, hay muchas ciudades que no cumplen con el cupo recomendado por la OMS. Aun así, existen casos como el de los dos amigos que plantaron juntos 10000 árboles, o el de las mujeres en África que conformaron el «Movimiento Cinturón Verde», que abren un horizonte esperanzador que nos invita a sumarnos a la tarea de plantar árboles y hacer de nuestro sitio, un lugar mejor para todos. FUENTES: La Bioguia.com La Nación Tree Hugger Fundación Mi Parque