La intolerancia al gluten y el síndrome de intestino irritable son dos patologías que cada vez afectan a más personas sin que las autoridades sanitarias den explicaciones ni tomen medida eficaz alguna. Según el trabajo de los doctores Anthony Samsel y Stephanie Seneff publicado en el Journal of Interdisciplinary Toxicology, el glifosato -herbicida comercializado por por Monsanto/Bayer como Roundup- es el factor más importante de esta epidemia.
La razón es que inhibe las enzimas del citocromo P450 involucradas en la desintoxicación, la activación de la vitamina D3, la catabolización de la vitamina A, la producción de ácido biliar y el suministro de sulfato al intestino. Además provoca déficit de hierro, cobalto, molibdeno, cobre y oros minerales al eliminarlos del organismo debido a su capacidad quelante, así como también el triptófano, tirosina, metionina, selenometionina.
El glifosato incluso aumenta el riesgo de padecer linfoma no-Hodgkin, la infertilidad, los abortos espontáneos y los defectos congénitos. Asimismo, la práctica de madurar la caña de azúcar con glifosato explicaría muchos casos de insuficiencia renal; grave problema porque luego ese azúcar se añade a muchos alimentos procesados.