Iván Andrés Santandreu
Conversar con Gastón Soublette para la presente edición de Revista Mundo Nuevo es un privilegio . Más allá de su amplio conocimiento y sabiduría acumulada a través de los años, llama la atención la capacidad intuitiva que posee.
Soublette identifica la crisis social que vive nuestro país con un fenómeno mucho más profundo y de alcance mundial. Para él, los síntomas de colapso de nuestra civilización son comparables a las postrimerías del Imperio Romano, con sus niveles de corrupción y de degradación humana.
En los periodos de decadencia, no solo existen las fuerzas de la desintegración, sino que también siempre está presente el germen de lo nuevo, de una contracultura que ofrece una oportunidad de cambio. Soublette cree, junto con muchos pensadores mundiales, que hoy, al igual que en el último período del Imperio Romano, está emergiendo un nuevo paradigma que reemplazará al actual orden mundial. De eso nos habló hace décadas Morris Berman en su libro El Reencantamiento del mundo, y el proceso está sugerentemente descrito en La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson.
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La contracultura al Imperio Romano fueron los primeros grupos cristianos que establecieron, de manera lenta y subterránea, un nuevo orden social.
Hoy en día, parte de la contracultura es un cambio de paradigma que va desde la era de Piscis a la de Acuario; ciclos astrológicos de aproximadamente 2.000 años, que facilitan un cambio completo de la estructura civilizadora y, por ende, social. A lo anterior, hay que agregar lo que en Oriente se le conoce como “La doctrina de los avatares”. La palabra sánscrita avatar significa literalmente “descendiendo desde muy lejos” y se relaciona con la aproximación cíclica y periódica de enviados religiosos a la Tierra. Esta doctrina es común a todos los credos y escrituras del mundo, y es así como los cristianos esperan la reaparición de Cristo en la Tierra, y en otras religiones se espera a Maitreya, al Boddhisattva y al Iman Mahdi.
Más allá del vago anhelo místico de que Cristo retorne a la Tierra, existe un ciclo inexorable. Uno de los textos considerados sagrados más importante del mundo, el Bhagavad Gita, lo describe muy bien: “Siempre que haya un debilitamiento de la Ley y un crecimiento de la ilegalidad en todas partes, entonces Yo me manifiesto. Para la salvación de los justos y la destrucción de aquellos que hacen el mal, para el firme establecimiento de la Ley, Yo vuelvo a nacer edad tras edad.”
Todo lo anterior es mencionado, en forma intuitiva, por Gastón Soublette en la entrevista que ofrecemos y que invitamos a leer en la presente edición de Revista Mundo Nuevo.