Dos grandes corrientes de energía –una enfocada por intermedio del Buda, la otra por el Cristo- deben ser fusionadas y mezcladas, y la tarea de los discípulos del mundo, es precipitar esta energía combinada sobre el mundo expectante.
Djwhal Khul
El Buddha vino aproximadamente quinientos años antes del Cristo. El Buddha respondió a los interrogantes de Su época impartiendo las Cuatro Nobles Verdades que se refieren eterna y satisfactoriamente a los por qué del hombre. El Buddha vino y personificó en Sí mismo la divina cualidad de la sabiduría; fue la manifestación de la luz, el Instructor del camino de la iluminación. Demostró en Sí mismo los procesos de la iluminación y llegó a ser «El Iluminado». Luz, sabiduría, razón, como atributos divinos, a la vez que humanos, se enfocaron en el Buddha. Instó al pueblo a seguir el sendero de la Iluminación, cuyos aspectos evidentes son sabiduría, percepción mental e intuición.
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Innumerables millones de personas a través de las edades Lo han reconocido como Portador de Luz desde lo alto. Sus Cuatro Nobles Verdades expusieron las causas de la dificultad humana y señalaron la cura. Su mensaje puede ser parafraseado en las siguientes palabras: Cesen de identificarse con las cosas materiales; adquieran un exacto sentido de los valores espirituales; cesen de considerar las posesiones y la existencia terrestre como de principal importancia; sigan el Noble Óctuple Sendero, el sendero de las rectas relaciones –rectas relaciones con Dios y entre sí-, así serán felices. Los pasos de este sendero son: correctos valores, correcta aspiración, correcta palabra, correcta conducta, correcto modo de vivir, correcto esfuerzo, correcto pensar, correcto arrobamiento o felicidad.
“Buddha y Cristo, Jerarquía, Humanidad y Shamballa, formarán parte de la nueva y futura religión mundial, y que el tema de los Grandes Acercamientos constituirá el fundamento básico de la futura enseñanza espiritual.”
Su antiguo Mensaje es tan nuevo hoy como lo fue cuando pronunció Sus palabras en la Tierra; hay una necesidad imperiosa de que se reconozca Su verdad y se sigan los «ocho modos correctos de vivir», que permitirán a la humanidad alcanzar la liberación. Sobre los cimientos de Su enseñanza Cristo erigió la superestructura de la hermandad del hombre, para constituir una expresión del Amor de Dios. Hoy, al observar al mundo, la humanidad tiene una nueva oportunidad para rechazar los móviles y la filosofía egoísta materialista e iniciar esos procesos que –constante y gradualmente- traerán su liberación. Entonces los hombres podrán hollar el Camino Iluminado que conduce de vuelta a la divina Fuente de luz y amor.
El Buddha pudo señalar la meta e indicar el Camino porque había realizado la plena iluminación; el Cristo fue el ejemplo de Aquel que alcanzó la misma meta; el Buddha abandonó el mundo después de alcanzar la iluminación; el Cristo volvió a nosotros, proclamándose la Luz del Mundo y nos mostró que podríamos también aprender a hollar el Camino Iluminado.
El Cristo
El Instructor del Mundo es ese gran Ser que los cristianos denominan Cristo. En Oriente es conocido como el Bodhisattva y el Señor Maitreya, y por los devotos mahometanos, como el Iman Madhi. Ha presidido los destinos de la vida desde el año 600 a.C.; es Quien apareció entre los hombres y a Quien se espera nuevamente. Es el gran Señor de Amor y Compasión, así como su predecesor, Buddha, fue el Señor de Sabiduría.
Es el Instructor del Mundo, el Maestro de Maestros y el Instructor de Ángeles, y se Le ha confiado la guía de los destinos espirituales de los hombres y el despertar del reconocimiento de que cada ser humano es una criatura de Dios y un hijo del Altísimo.
El Instructor del Mundo dirige esa conciencia inmanente en su aspecto vida o espíritu, tratando de energetizarla dentro de la forma, para ser ésta descartada a su debido tiempo, y el espíritu liberado volver a su origen. Desde que dejó la Tierra, como dice con relativa exactitud la Biblia (aunque con muchos errores en los detalles), siempre ha permanecido con los hijos de los hombres. Nunca nos ha abandonado, sino en apariencia, y quienes conocen el camino pueden hallarlo en cuerpo físico en los Himalayas. Conoce a todos los buscadores, y aunque no tengan conciencia de Él, la luz que de Él afluye estimula sus deseos, fomenta la chispa de vida naciente y espolea al aspirante hasta el amanecer del gran día en que se enfrente con Aquel Que «al ser ascendido» –entendido esotéricamente- que atraerá hacia Sí a todos los hombres, como Iniciador de los sagrados misterios.
Durante dos mil años ha sido el Guía supremo de la Iglesia Invisible, la Jerarquía espiritual, compuesta de discípulos de todos los credos. Reconoce y ama a quienes no son cristianos, pero mantiene su lealtad a los Fundadores de sus respectivas religiones, Buddha, Mahoma, y otros. No le interesa el credo que profesen, sino su objetivo, el amor a Dios y a la humanidad. Si los hombres buscan al Cristo que dejó a Sus discípulos hace siglos, fracasarán y no reconocerán al Cristo que está en proceso de retornar. El Cristo no tiene barreras religiosas en Su conciencia, ni le da importancia a la religión que profesa el hombre.
“Ahora, en esta Luna llena de mayo, millones de personas de todas partes dirigirán sus pensamientos hacia el Buddha, tratando de ponerse bajo Su influencia y bendición y la de la Jerarquía.”
Las iglesias han puesto el énfasis y aún lo hacen, sobre el Cristo muerto. Los hombres han olvidado que Él vive, aunque durante la Pascua aparentan reconocer esta esperanza y creencia, debido en gran parte a que Su resurrección garantiza «nuestra propia resurrección, y porque Él vive, también viviremos nosotros». No se le da la debida importancia a Su vivencia y a Su presencia hoy, aquí y ahora en la tierra, excepto cuando se generaliza en forma vaga y superficial. Los hombres han olvidado que el Cristo que vive con nosotros en la tierra, rodeado por Sus discípulos, los Maestros de Sabiduría, es accesible para quienes se acerca a Él en forma correcta, salvando a los hombres por la fuerza de Su ejemplo.
La futura religión mundial hará resaltar tales verdades; proclamará la vida y no la muerte; enseñará cómo se logra la realización del estado espiritual por medio de la vida espiritual, y la realidad de la existencia de quienes lo han logrado y trabajan con el Cristo para ayudar y salvar a la humanidad. La realidad de la existencia de la Jerarquía espiritual de nuestro planeta; la capacidad del género humano para ponerse en contacto con Sus miembros y trabajar en colaboración con Ellos, y la existencia de Aquellos que conocen cuál es la Voluntad de Dios y pueden trabajar inteligentemente con Ella, tales son las verdades sobre las cuales se basará la futura enseñanza espiritual.
Buddha y Cristo, Jerarquía, Humanidad y Shamballa, formarán parte de la nueva y futura religión mundial, y que el tema de los Grandes Acercamientos constituirá el fundamento básico de la futura enseñanza espiritual. Esto también deben tenerlo presente, porque el trabajo que se les pide realizar en las dos Lunas llenas venideras y durante las menos importantes Lunas llenas del año, está relacionado no sólo con la emergencia actual, sino también en forma constructiva con la futura creencia de la humanidad. Tengan también esto presente.
La Celebración de Wesak
El Festival de Wesak se ha celebrado durante siglos en el conocido valle de los Himalayas (créase o no). Asimismo…el Festival de Wesak ha sido celebrado durante largo tiempo en muchos países, y a medida que pasa el tiempo y avanza la instrucción de las masas, la reunión mantenida en el momento de la Luna llena de Tauro, asumirá gran importancia, pero su nota clave cambiará. Como ya he señalado, su significación y la del Viernes Santo pertenecen al pasado, y su utilidad casi ha llegado a su fin. La intención del Buddha y del Cristo es que en cada país haya oportunamente alguien que actúe como Sus Representantes en el momento de los dos Festivales, para que la distribución de la energía espiritual desde el primer gran Aspecto o Rayo, sea directa, del Buddha (y luego desde Shamballa) al Cristo, y del Cristo a esos discípulos en todos los países que pueden ser influidos y actúan como canales para la corriente directa de energía.
Hemos llegado al momento más importante del año. Dos momentos así tendrán lugar este año, reforzándose mutuamente, la Luna llena de mayo (Tauro) y la Luna llena de junio (Géminis). Quisiera que recuerden que tiempo y energía son términos intercambiables en los planos internos. El tiempo es un acontecimiento, y un acontecimiento es la expresión enfocada de una fuerza de cierto tipo o clase. Dos grandes corrientes de energía –una enfocada por intermedio del Buddha, la otra por el Cristo- deben ser fusionadas y mezcladas, y la tarea de los discípulos, los iniciados y los discípulos aceptados del mundo, es precipitar esta energía combinada sobre el mundo expectante, donde su aplicación efectiva dependerá ampliamente de la respuesta sensible de los aspirantes del mundo, los cuales residen en todos los países, siendo su tarea reaccionar a la corriente de energía dirigida.
En Occidente, los esoteristas van acrecentando su énfasis sobre la Luna llena de Tauro, el Festival del Buddha, celebrado en el momento justo en que hace Su contacto anual con la humanidad; este énfasis aumentará en los años venideros, y no ha sido establecido para imponer el reconocimiento del Buddha en Occidente. Han habido dos razones principales para realizar este esfuerzo desde 1900. Una fué el deseo de la Jerarquía de llamar la atención al público sobre la realidad de los dos Avatares, el Buddha y el Cristo. Ambos pertenecen al segundo Rayo de Amor-Sabiduría; fueron los primeros de nuestra humanidad que llegaron como Avatares humano-divinos y personificaron en Sí ciertos Principios cósmicos, a los cuales dieron forma. Buddha personificó el Principio de la Luz y, a causa de esta iluminación, la humanidad pudo reconocer a Cristo, Que personificó un Principio mayor aún, el del Amor. Lo que debe tenerse presente es que luz es sustancia y el Buddha demostró la consumación de la sustancia –la materia como medio de la Luz-, de allí su nombre de «el Iluminado». Cristo personificó la subyacente energía de la Conciencia. Uno demostró la cima de la realización del tercer aspecto divino; el otro la del segundo aspecto, y ambos presentan un Todo perfecto. La segunda razón fue iniciar, como dije anteriormente, el tema de la nueva religión mundial. Este tema subyacerá oportunamente en todas las observancias religiosas, colorará todos los acercamientos al centro divino de la vida espiritual, dará la clave para todos los procesos de curación y –empleando la luz científicamente- regirá todas las técnicas para crear una unidad y una relación consciente entre el hombre y su alma, y entre la humanidad y la Jerarquía.
“Ningún precio que se nos exija será demasiado elevado para ser útil a la Jerarquía en el momento de la Luna llena de Tauro, el Festival de Wesak; ningún precio es demasiado elevado para obtener la iluminación espiritual posible, particularmente en ese momento.”
El primer objetivo ha sido definitivamente alcanzado. Ahora, en esta Luna llena de mayo, millones de personas de todas partes dirigirán sus pensamientos hacia el Buddha, tratando de ponerse bajo Su influencia y bendición y la de la Jerarquía en Su anual, aunque breve retorno para bendecir ala humanidad. Quisiera que mediten sobre estas dos actividades que el Buddha ha desempeñado.
Buddha y Wesak
¿Qué tarea Se ha impuesto el Buddha en esta Luna llena? En lo que a la comprensión de ustedes concierne, consiste en evocar, en la humanidad, el espíritu de demanda, mientras se mantiene abierto el canal por el cual esa demanda puede llegar directamente a Shamballa. Esto deben tenerlo presente cuando se preparan para el Festival de Wesak y tratan de participar en la bendición de la Luna llena –bendición para el mundo y no para ustedes. Buddha viene este año personificando a la fuerza que puede estimular a los hombres de todas partes para que enfoquen su «intención masiva» y lleguen, simbólicamente, «al oído y al corazón» del Avatar, arrancando del lugar secreto del Altísimo la ayuda y el reconocimiento dirigido, que dará lugar a un acontecimiento fantástico a su debido y apropiado tiempo. Mientras Él trata de hacerlo, el Cristo Se unirá al esfuerzo, enfocando en Sí Mismo el espíritu de demanda, tal como lo evoca el estímulo aplicado por el Buddha. Personificará ese llamado mediante el uso de la Gran Invocación. ¿Responderá la humanidad a la evocación del Buddha? ¿Su intención masiva será suficientemente vital para permitir al Cristo transformarse en forma misteriosa, en el Espíritu mismo de la Invocación y en bien de ella? Éstas son las posibilidades que enfrentamos en esta Luna llena de Tauro.
Les pediría que las tuvieran presentes desde esta Luna llena de Wesak y continuaran hasta después de la Luna llena de junio. En esa Luna llena, Cristo puede emplear y empleará la Gran Invocación. En ese momento tratará de llegar a los Señores de la Liberación y evocar Su respuesta a la voluntad enfocada de las personas de mente espiritual del mundo, los aspirantes, discípulos e iniciados; si Ellos son evocados, pueden proporcionar el ímpetu que permitirá al Cristo (como el Jinete del Lugar Secreto) venir en respuesta a la «intención masiva» del público en general.
Por lo tanto, ¿ven ustedes las posibilidades inminentes y vitales? ¿Reconocen la oportunidad? Las dos Lunas llenas forman un ciclo completo de trabajo para el cual deberían prepararse, de acuerdo con mis enunciados, tanto ahora como en años futuros. Al preparar sus propios corazones, recuerden que esta Luna llena de mayo (Tauro) constituye el momento en que el nuevo grupo de servidores del mundo y todos los esoteristas y las personas espiritualmente orientadas deben trabajar en plena colaboración con el Buddha, y que la Luna llena de junio (Géminis) ofrece la oportunidad a los hombres y mujeres de buena voluntad –ayudados por el nuevo grupo de servidores del mundo- para inducir a las personas de todas partes a efectuar un gran llamado, llamado que permitirá al Cristo invocar para ellas la ayuda necesaria.
En el momento de la Luna llena de junio, el Cristo enfocará en Sí Mismo las energías espirituales de la Jerarquía, más la energía que el Buddha distribuyó en el momento del Festival Wesak; el nuevo grupo de servidores enfocará la demanda espiritual de vida y liberación, expresando el intento masivo de la humanidad.
Preparación para Wesak
Durante los dos días previos a la Luna llena, deberemos mantener la actitud de dedicación y servicio y tratar de adoptar esa actitud receptiva hacia lo que nuestra alma impartirá y nos hará útiles a la Jerarquía. La Jerarquía trabaja por intermedio de grupos de almas, y la potencia de este trabajo grupa] debe ser puesta a prueba, y los grupos a su vez, hacer contacto y nutrir a las dedicadas, atentas y expectantes personalidades. En el día de la Luna llena, deberemos mantenernos firmemente en la luz, sin hacer conjeturas sobre lo que sucederá ni buscar resultados ni efectos tangibles.
En los dos días subsiguientes, apartaremos de nosotros el foco de nuestra atención, llevándola a los planos subjetivos internos, el mundo externo, y nuestro esfuerzo consistirá en pasar o sobrepasar la medida de energía espiritual con la cual se ha hecho contacto. Entonces habrá finalizado nuestro trabajo en este campo de colaboración particular y especial.
Ningún precio que se nos exija será demasiado elevado para ser útil a la Jerarquía en el momento de la Luna llena de Tauro, el Festival de Wesak; ningún precio es demasiado elevado para obtener la iluminación espiritual posible, particularmente en ese momento.