Los días 13, 14 y 15 de noviembre se realizará en Santiago un evento internacional que pretende acercar a los chilenos hacia temas relacionados a la conexión entre el desarrollo de las artes y la espiritualización de la consciencia.
Carlos Rold
El arte siempre ha sido unos de los aspectos fundamentales en el desarrollo del ser humano, en su proceso de “humanizarse” o de ir conectando con la parte más pura de sí mismo.
La ciencia moderna propone que las apariciones de las primeras manifestaciones artísticas se dieron al comienzo del Paleolítico superior y gracias a cierto progreso intelectual del Homo sapiens hace unos 40.000 años, a pesar de tener vestigios arqueológicos cuyos análisis entregan una data estimada en más de 400.000 años de antigüedad, como la “Venus de Tan Tan” encontrada en Marruecos.
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Por otra parte, algunos textos herméticos de India, como los Vedas, plantean tener registros e historias de civilizaciones avanzadas que existieron en otras eras que al parecer la humanidad actual desconoce o las entiende como mitológicas y donde se lograron grandes avances en el desarrollo del conocimiento espiritual y de las artes, como lo relatado en el “Ramayana”, cuyas historias acerca de Ramachandra, encarnación de Vishnu (el Ser Supremo en la cosmovisión hinduista), habrían sucedido hace millones de años.
Sin lugar a dudas, la contemplación y creación artística provocan algo muy especial en nosotros: una sensación de plenitud o realización interior. Y no antojadizamente a lo largo de nuestra historia se ha descrito poéticamente el concepto de arte como “el lenguaje del alma”.
Durante noviembre se realizará en Santiago una serie de eventos donde el invitado principal es un maestro espiritual: Hanumatpresaka Swami (profesor Huber Hutchin Robinson), psicólogo estadounidense, experto en literatura universal y filosofías de oriente y occidente.
La idea detrás del encuentro es mostrar la relación intrínseca entre el arte y lo divino en la búsqueda de la inspiración: la conexión interior o espiritual que puede lograr un ser humano a través de la creación artística. Se irá compartiendo con el público asistente a través de conferencias y muestras donde los exponentes principales serán importantes académicos de nuestro país y el extranjero: Claudia Lira, Paula Miranda, Cecilia Montero, Denis Kolobov (Rusia), Mauricio Contreras y la participación especial de Cristián Contreras Radovic “Dr. File”; quienes desarrollarán diversas temáticas buscando revelar, por ejemplo, el aspecto sagrado en la poesía de Gabriela Mistral y Violeta Parra; el sentimiento espiritual en la dimensión sonora y musical; el vínculo trascendental entre el arte y las filosofías del antiguo oriente. Y al mismo tiempo intentar resolver, desde una visión integral, aquellas inquietudes que han marcado el hilo conductor de la historia humana: ¿por qué existimos?, ¿por qué buscamos la belleza, lo trascendental, y cómo esto puede llegar a ser sagrado?
El expositor más destacado será el maestro Hanumatpresaka Swami en representación de NIOS (Instituto Norteamericano de Estudios Orientales y Clásicos, por sus siglas en inglés), donde es Secretario general.
En enero de 2014 tuvimos la oportunidad de sostener una entrevista de casi dos horas con Hanumatpresaka Swami en uno de los salones de honor del Centro Cultural Palacio La Moneda, justo antes de dar una conferencia para cientos de personas en el auditorio principal de la Casa de Gobierno. A continuación un extracto de esa conversación.
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El alma y la conciencia
En una conferencia usted mencionó que la consciencia es la característica del alma, ¿qué significa esto?
Es como el agua; no puedes tener agua seca. No puedes tener fuego helado u oscuro, son las cualidades que están intrínsecamente relacionadas a sus respectivos elementos. No puedes tener una azúcar salada, es dulce. La naturaleza del alma es que es eterna, consciente y feliz, Sac-Cid-Ananda: son las cualidades del alma.
¿Las emociones son parte de la mente?
Sí, pero también son parte de la inteligencia y del alma. El alma tiene sentimientos. Es como la mano en un guante, el guante se mueve porque la mano está dentro, el guante tiene dedos porque la mano tiene dedos. La mente puede presentar emociones, también el cuerpo. A veces sucede que estamos enojados cuando tenemos hambre y luego de comer nos ponemos felices. Pero podríamos observar “¿por qué estoy enojado? Porque mi estómago está gruñendo. Ok, entonces no pensaré en eso y voy a estar feliz.” Salimos del guante. Pero dentro de ese guante hay otro guante. La mente estimula la corteza cerebral y al cuerpo burdo y los usa de forma muy apegada: mi casa. Si tu casa se destruye en un incendio te pondrás muy perturbado, pero si fuera la casa de tu vecino, no te molestará tanto.
La ciencia moderna plantea que todo está sucediendo en el cerebro. Existe el concepto védico «Paramatma», la Súper Alma o la partícula de Dios, ubicada en lo profundo del corazón, pero ¿podría ser que Paramatma tenga también un lugar en el cerebro?
Una vez en 1.932 Carl Jung estaba hablando con los indios Hopis y dentro del diálogo que sostenían manifestó «algunas veces tengo pensamientos en mi cabeza» y todos los indios se sorprendieron y se veían algo asustados, entonces Jung preguntó “¿dije algo malo?” y los Hopis respondieron «dijiste que tienes pensamientos en tu cabeza, sólo un loco tiene pensamientos en su cabeza, una persona sana tiene los pensamientos en su corazón». Hay una poeta de origen sudafricano llamada Lebo Mashile que dice «una mujer piensa con su vientre, un hombre piensa con su corazón; y el diablo blanco piensa con su cabeza».
Y en una sociedad materialista y competitiva, ¿cómo podemos pensar con el corazón?
Los deseos y ambiciones de uno se desarrollan a partir de la gente que te acompaña cotidianamente. Así que la forma más fácil es encontrar personas que estén pensando con el corazón. Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos. Así que si tratas de encontrar ese tipo de personas Dios te va a dirigir. Puede incluso ir sucediendo de manera que parecerá mágica e irás encontrando a ese tipo de personas que piensan con el corazón. Y si conversamos y compartimos con ellos, nos volveremos como ellos. Es la forma más fácil.
¿Cómo reconocemos a esas personas?
Tenemos que buscarlos: en la literatura, en la historia, en los medios de comunicación, en tu trabajo, en una caminata, siempre vas conociendo diferentes personas. Dios siempre trata de ayudarnos.
Este tipo de personas deben tener algún tipo de características especiales…
Pensar con el corazón no es suficiente. Hay diferentes niveles de contaminación: los sentidos, la mente, la inteligencia, el corazón. Y debido a que estamos en el mundo material, todos tenemos contaminación en nuestro corazón, algunos más, otros menos. Así que la característica básica es la honestidad, ser honesto con otros y ser honesto contigo mismo. Este tipo de personas trabajan sobre sus propias faltas en ellos mismos.
Desde el conocimiento védico, ¿cómo podemos saber que Dios no es otro arquetipo?
Por medio de la investigación. El niño pequeño piensa «yo soy diferente del mundo, tengo mi propia vida». Pero cuando no sabe dónde están los límites y, por ejemplo, le cortan el cabello, se aterra porque piensa que tal vez el cabello sea él mismo. Observa sus pecas y en un comienzo se las quiere sacar. Se corta las uñas y va entendiendo «esto soy yo, esto no soy yo». Para investigar se saca un poco de cabello y se lo lleva a la boca. De esta manera experimenta y aprende. San Francisco de Asís estaba recordando lo mismo y hablaba de estos asuntos. Teresa de Ávila hace una descripción de la realización interior como un palacio todo de cristal con diferentes niveles. Son las mismas cosas que nosotros estamos describiendo. Así que esas personas han experimentado esto. Es posible. Encontrar a Dios en nuestro ser. Pero tenemos que ir sobre diferentes capas.
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¿Existe algún método?
Si. Es como si tuvieras una esponja con agua congelada: te muestro la esponja y te digo que aquí hay vapor, pero tú la agarras, la golpeas contra la mesa y me dices que aquí no hay vapor; entonces, la tenemos que calentar, pero no mucho. Es como en la ética y la moralidad, necesitamos encontrar muchos puntos en común: Confucio, Sócrates, Moisés. Los principios éticos: controlar o regular la vida sexual, repartir las riquezas. La esponja se vuelve suave y podemos apretarla. Hay diferentes tipos de austeridades. Están las austeridades del cuerpo y las de la mente: ser honesto, controlar tu ira, no pensar cosas viciosas. Entonces ahora empezamos a calentar el agua y luego se volverá vapor.
¿Cuál es el karma de la especie humana?
Entre los seres humanos hay muchos poetas. Y a lo largo de todo el mundo están diciendo que los seres humanos son diferentes a los animales, que tienen razonamiento, habilidades estéticas: arte, poesía, música. Este es el Dharma humano. Un razonamiento superior, habilidades elevadas. El mejor karma es aquel que nos lleva hacia un ininterrumpido servicio a Dios sin ningún interés personal, ese es el verdadero Dharma. Hay diferentes niveles según sus actividades previas. Un prisionero tiene cadenas en sus pies, porque es muy peligroso; pero luego cambia su carácter y se puede trasladar por la cárcel sin cadenas, pero no puede salir. No tiene control sobre sí mismo. Está en un lugar de constante peligro, así que tiene que ser una persona violenta para sobrevivir. Tan sólo queda esperar por una oportunidad. La persona sincera evoluciona espiritualmente. En general, si alguien es realmente sincero, en cualquier momento y en cualquier lugar puede recibir un mensaje. La vida humana es el mejor lugar para poder investigar la vida espiritual.
¿Será acaso que cada país tiene su propio karma?
Si quieres buenas máquinas tienes que nacer en Alemania. Si quieres romance, nacerás en Francia. Si quieres buena comida, nacerás en Italia. Si te gusta el espionaje y la intriga, nacerás en Inglaterra (risas).
¿Y qué hay acerca de Chile?
No sé por qué has nacido en Chile, pero si sé por qué alguien toma nacimiento en Perú: porque le gustan las papas (risas). He realizado esta pregunta en Perú a varias audiencias, ¿a cuántos de ustedes les gustan las papas? ¡Y todos levantan la mano! (risas) Si naciste en Ecuador es porque te gustan los plátanos (risas). Los Vedas plantean que hay 8.400.000 diferentes tipos de especies o cuerpos materiales para ocupar y se van mezclando en diferentes karmas. Chile es una mezcla de diferentes tipos de deseos. En Chile hay mucha industrialización, mucha pasión para lograr las cosas.