Llega el verano y con ello la exposición al sol aumenta considerablemente. Como cualquier persona, queremos protegernos de la radiación UV y de las temidas consecuencias que conlleva una exposición irresponsable al sol. Sin embargo, ¿qué tanto resguardo nos entregan las cremas que ocupamos para aquello? ¿O qué ingredientes detallados en las etiquetas debemos evitar y cuáles preferir? Y, lo más importante, ¿por qué debemos exponernos al sol sin bloqueador?
Alejandra Vidal De la Cerda
En plena época estival, es normal que comencemos a preocuparnos por el cuidado de nuestra piel y la de nuestras familias. ¡Y cómo no!, si con la llegada de los días calurosos llegan también numerosas medidas que debemos tomar para asegurar la salud de nuestra piel, lo que muchas veces se resuelve llevando un bloqueador o crema protectora que nos proteja de los rayos UV.
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Sin embargo, ¿qué sucede si la protección es más dañina que la exposición? ¿O cómo podemos estimular la producción de Vitamina D, sin arriesgar la salud de nuestra piel?
En los últimos años, se ha denunciado en variadas plataformas los peligros que encierran algunas marcas de bloqueadores debido a los ingredientes que contienen, los cuales serían mucho más dañinos que la misma exposición al sol.
Es fundamental evitar bloqueadores solares con oxibenzona, vitamina A (palmitato retinol) y aromas. También se deben evitar los protectores en spray, por el riesgo de inhalación de sustancias químicas y porque los bloqueadores solares son más efectivos en crema.
Junto con ello, se ha hablado de las precauciones que deben tomar las personas, partiendo por evitar la exposición durante las horas en donde la radiación ultravioleta – rayos UVA y UVB- suele ser más alta y peligrosa, es decir, entre las 11:00 de la mañana y las 16:00 horas, según mediciones realizadas por el Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile. A medida que nos alejamos de estas horas, es beneficioso tomar sol.
Otro factor para considerar es que los rayos UV son más peligrosos durante la primavera y el verano y más todavía cuando la persona se encuentra más cerca de la línea del ecuador y en sitios altos, lo que llama a tomar mayores resguardos.
La nubosidad también debe considerarse, ya que las nubes en algunas situaciones reducen la exposición a rayos UV, mientras que en otras pueden aumentarla debido a que los rayos se reflejan en ellas.
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Bloqueadores peligrosos: siempre leer las etiquetas
Pese a que existen múltiples formas de protegerse de los rayos UVA y UVB, las personas suelen conformarse solo con el uso de bloqueadores.
Sin embargo, se han identificado distintos compuestos químicos peligrosos en las cremas, como el disruptor hormonal oxibenzona o el palmitato de retinol (vitamina A).
La oxibenzona se encuentra en algunos bloqueadores y sirve para absorber los rayos UV. ¿El problema? Causaría trastornos hormonales y daño celular, derivando en reacciones alérgicas y cáncer, sobre todo si consideramos que esta sustancia penetra en la piel y entra al torrente sanguíneo.
El palmitato de retinol o palmitato de Vitamina A, en cambio, acelera la velocidad de desarrollo de las células malignas cuando entra en contacto con el sol.
Por otro lado, las fragancias que se utilizan en los bloqueadores suelen ser bastante peligrosas, ya que contienen químicos que en su mayoría no se detallan en las etiquetas, pero que al ser artificiales conllevan grandes riesgos, ya que muchos contienen parabenos, sustancia que interfiere en la producción y liberación de las hormonas; ftalatos, preservante cancerígeno relacionado con efectos en las funciones reproductivas, daño hepático y renal; y almizcles artificiales, ligados a trastornos hormonales.
Otros de los elementos peligrosos que se han identificado en los bloqueadores son el metoxicinamato de octilo (OMC), el ácido paraaminobenzoico (PABA), el salicilato de octilo, el fenilbencimidazol, el octocrileno, el octisalate, el antranilato de mentol, el homosalato, el octinoxato y el cinoxato.
Según la dermatóloga de la Clínica Terré, Sandra Pérez Torres, “esos componentes casi ya no se usan desde hace un buen tiempo, pues eran sensibilizantes y estaban relacionados con cánceres de todo tipo, además de que producían dermatitis de contacto alérgica”.
Pese a que algunas marcas ya no usan estos ingredientes dañinos, aún existen bloqueadores que sí los contienen. El problema está en que muchas etiquetas detallan la información en inglés y en un tamaño que hace muy difícil o prácticamente imposible su lectura, dificultando así que las personas sepan bien qué elementos están presentes en las cremas que adquieren.
Otro factor para considerar a la hora de adquirir un bloqueador es el formato: sí o sí se deben evitar los protectores en spray y en polvo, sobre todo por el riesgo de inhalación de químicos y porque los bloqueadores son más efectivos en crema.
Al respecto la Dra. Pérez aclara que “los mejores protectores solares son los que vienen en crema, pues generan una capa gruesa y tienen un efecto físico, permitiendo mayor protección que los aerosoles.
A la hora de elegir un bloqueador, hay que considerar además que los protectores SPF solo protegen de los rayos UVB, de espectro medio. Los rayos más peligrosos, de onda alta, son los UVA, por tanto las cremas escogidas deben además proteger la piel frente a ambos rayos.
Algunos elementos que sí son seguros y que están presentes en algunos bloqueadores son los minerales a base de zinc y titanio, que bloquean los rayos del sol sin penetrar en la piel.
Si bien el dióxido de titanio o el óxido de zinc no son un riesgo, se deben evitar cuando están presentes en aerosoles y en forma de nanopartículas (partículas microscópicas de menos de 100 nanómetros), ya que las nanopartículas al ser inhaladas pueden llegar a todas las áreas del tracto respiratorio y pasar al torrente sanguíneo, pudiendo causar daño generalizado en células y órganos, como pulmones, corazón y cerebro. Además, y según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, el dióxido de titanio es un “posible carcinógeno” si se inhala en grandes dosis.
Otro elemento positivo es la astaxantina, potente antioxidante que puede utilizarse tópicamente y que varias cremas ya incluyen.
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Vitamina D y la exposición al sol
Pese a que existen ciertos bloqueadores recomendados, si las personas aplican protector solar cada vez que estén expuestas al sol, bloquearán la capacidad del cuerpo para producir vitamina D, compuesto que reduce el riesgo de hasta 16 diferentes tipos de cáncer, incluidos los de páncreas, pulmón, ovarios, mamas, próstata y piel.
Es por ello que las personas deben exponerse al sol, para que alrededor del 40 % del cuerpo reciba la luz solar, pero evitando que esta llegue al rostro.
Con respecto a la exposición diaria, se recomienda para las personas con tonalidades claras recibir los rayos hasta que la piel obtenga una tonalidad más rosa. Luego, la persona debe cubrirse o estar a la sombra. En caso de que no se pueda, debería utilizar un protector solar seguro, ya que exponerse a los rayos UV de forma continua no aumentará la producción de vitamina D. Por el contrario, solo aumentará la posibilidad de quemaduras y de daño a la piel.
Las personas caucásicas suelen necesitar no más de 20 minutos al día, mientras que quienes tienen la piel oscura podrían necesitar menos de una hora diaria.
La Dra. Sandra Pérez comenta al respecto que “una persona no debería exponerse a diario más de una hora y, cuando lo haga, debería ser preferiblemente en las horas más tempranas. Lo ideal es exponerse al sol antes de las 10:30. Y esa exposición es la misma que deberían recibir las personas de tez más blanca”.
A esto agrega que la protección siempre debe ser mucho mayor en las pieles claras, con respecto a las pieles más oscuras, pues son las que tienen más riesgo de desarrollar cáncer de piel, lesiones malignas o envejecimiento con precocidad. “Y es necesario que ese tipo de pieles no solo use cremas, sino ropa con protección UV, teniendo en cuenta que hoy en día hay diversas marcas con este tipo de protección. Junto a esto, deben usar sombreros, sombrillas y lentes”, añade la especialista.
Los niños y niñas menores de seis meses, en tanto, deben evitar la exposición al sol. Sobre esa edad, deben estar idealmente bien cubiertos y con gorro. Respecto de este punto, la experta indica que “mientras más se retarde la exposición al sol, es mejor. La edad ideal es que un niño se exponga al sol después de los cuatro años. Antes, está contraindicado. Y recién a esa edad, el niño debe salir de la casa con el protector solar puesto en la piel, ojalá después del baño, porque la piel está más permeable para recibir la protección de una crema. La absorbe de mejor manera”, concluye la Dra. Pérez.