Los planes para un proyecto piloto para proporcionar internet inalámbrico 5G de alta velocidad se han detenido en Bruselas debido a temores por la salud de los ciudadanos, según información publicada por The Brussels Times.
14 de abril 2020.
En julio, el gobierno concluyó un acuerdo con tres operadores de telecomunicaciones para relajar los estrictos estándares de radiación en Bruselas. Pero según la Región, ahora es imposible estimar la radiación de las antenas requeridas para el servicio.
“No puedo aceptar ninguna tecnología, sea 5G o cualquier otra, si no se respetan los estándares de radiación que deben proteger al ciudadano”, dijo la ministra de Medio Ambiente, Céline Fremault (CDH) a la cadena de noticias Bruzz. “La gente de Bruselas no son conejillos de indias cuya salud pueda yo vender con beneficios. No podemos dejar nada en duda”, agregó.
Un proyecto piloto no es factible con los estándares de radiación actuales, y Fremault le dijo a Bruzz que no tiene la intención de hacer una excepción.
La región de Bruselas tiene estándares de radiación particularmente estrictos para aplicaciones de telecomunicaciones. El estándar de 6 voltios por metro ya ha dado lugar a problemas en el pasado con el suministro rápido de Internet móvil a través de 4G en la capital.
La semana pasada, los distintos gobiernos de Bélgica una vez más no llegaron a un acuerdo sobre la subasta de las licencias 5G. El archivo permanece atascado en la distribución de los ingresos. Corresponderá al próximo gobierno encargarse de la propuesta, dijo la semana pasada el ministro de Telecomunicaciones, Philippe De Backer (Open VLD).
¿Qué es 5G y por qué es mucho más peligroso que los anteriores sistemas de comunicación por microondas?
Durante los últimos meses, ha crecido la polémica en torno a los proyectos de ley en los EE.UU. para establecer antenas con tecnología 5G, como el que fue aprobado en el Estado de Michigan en 2018 incluso después que la Dra. Sharon Goldberg expusiera en audiencia ante un jurado estatal las investigaciones científicas que demuestran los efectos biológicos negativos de la radiación inalámbrica en la salud humana.
El 13 de septiembre de 2017, fue publicado un documento moratorio firmado por al menos 180 científicos de 35 países que advierten sobre los graves efectos que tiene la tecnología 5G para la salud. El think tank Environmental Health Trust (EHT) también se ha manifestado contra la tecnología 5G y está trabajando en la gestión de recursos para informar al Congreso sobre esta situación y ayudarlo a tomar medidas al respecto.
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Es así que el senador Patrick Colbeck testificó contra el despliegue de la tecnología 5G en una audiencia de 2018, y el senador estadounidense Richard Blumenthal también expresó su preocupación sobre los riesgos a la salud de la tecnología inalámbrica 5G en una audiencia del Senado de los Estados Unidos en febrero de 2019, en la que cuestionó a representantes de la industria si estaban financiando investigaciones independientes para conocer los efectos de esta tecnología contra la salud, a lo que estos respondieron que no.
Mientras la industria 5G ni siquiera se interesa en conocer los efectos contra la salud de su tecnología, la Dra. Goldberg fue muy enfática al dar su testimonio ante la Audiencia de Michigan en 2018: “La radiación inalámbrica tiene efectos biológicos negativos, y punto. Si ustedes consultan la librería electrónica de PubMed y la literatura científica revisada, comprenderán que este tema ya no está sujeto a debate.”
La creciente polémica en torno a la tecnología 5G se centra en los planes de las empresas de telecomunicaciones para instalar millones de pequeñas torres de telefonía móvil en postes de electricidad, en edificios públicos y escuelas, en paradas de autobuses, en parques públicos y en cualquier lugar que deseen en parques nacionales y federales. Se estima que en las comunidades urbanas locales existirá una torre celular 5G aproximadamente cada 150 metros a lo largo de cada calle.
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Sin embargo, tan nocivas como parecen ser estas pequeñas torres celulares desde el punto de vista de la exposición constante a la radiación de radiofrecuencia (RF) cerca de la fuente, tal vez una perspectiva aún más alarmante sea la transmisión de microondas de longitud milimétrica hacia la Tierra desde miles de nuevos satélites de comunicación equipados con esta tecnología.
La tecnología 5G se promociona como la próxima “gran maravilla” en la agenda tecnológica para crear ciudades inteligentes donde todo y todos se conecten instantáneamente en tiempo real sin retrasos ni señales perdidas. Pero todo esto tendrá un alto costo, y no precisamente económico. Actualmente, la única manera de detener la tecnología 5G sería mediante la acción del Congreso.
Si hay suficiente gente que presione a sus funcionarios electos, tal vez se podría suspender la 5G mientras se realizan estudios para examinar los verdaderos riesgos para la salud. La inversión económica en telecomunicaciones para instaurar la tecnología 5G ha sido masiva. Están planeando la implementación completa en el terreno y en el espacio en los próximos dos años. El momento de objetar es ahora y no después de que cientos de miles de personas se enfermen.
Fuente: The Brussels Times