“Estoy perdido en la luz suprema, y a esa luz doy la espalda”.
Rayos y regentes: I, III, VII, 5. SATURNO, SATURNO, VENUS.
Meditación: 13 de enero 2025
Revisa el vídeo explicativo aquí (https://www.youtube.com/watch?v=rHpgeouJZag&t=7s)
La primera luna llena de 2025 es conocida como “Luna del lobo” o “Luna de hielo”, debido a que marca las noches más largas y más frías del año en países del norte del planeta. En el hemisferio sur, la podremos apreciar en todo su esplendor la noche del lunes 13 de enero. En esa ocasión, es importante que meditemos en torno a la energía que nos trae su luz, ya que en palabras del Torkom Saraydarian (1) todo aquello por lo cual un ser humano es creado, todo aquello por lo cual son creadas todas las formas de vida, es el resultado de respuesta o reacción a las energías que ingresan. Cíclicamente, estas energías se derraman en nuestro sistema solar, en nuestro planeta, y encienden los fuegos latentes dentro de las formas de vida. Estas energías nos traen un plan, una finalidad, y polarizan nuestros pasos hacia una vida adecuada a una meta.
La forma de la civilización, o la cultura que tenemos, es el resultado de la cooperación consciente con las fuerzas que cíclicamente se derraman en nuestro planeta y que nos franquean una oportunidad. Si colaboramos conscientemente con estas fuerzas en niveles cada vez más elevados, el resultado será una cultura y una civilización mayores.
Esta primera luna llena de enero refleja el sol con la energía capricorniana que es potentísima. A través de los siglos, grandes hijos de la luz que cooperaron conscientemente con ella, provocaron grandes cambios revolucionarios en nuestro planeta.
Según explica el maestro Torkom Saraydarian, la energía capricorniana no sólo aporta bendiciones concretas de vida, prosperidad y abundancia, sino también bendiciones espirituales, ideas nuevas, contacto con frecuencias más elevadas, nuevas expresiones creadoras, nuevos puntos de vista y mayores expansiones de conciencia.
La finalidad principal de la energía de Capricornio es introducirnos hacia una transfiguración o en una verdadera iluminación.
Los que nacieron en Capricornio se hallan en tres niveles, como lo indican los tres símbolos de Capricornio. Los capricornianos del primer nivel son cabras. Escalan por todas partes y hacen de todo para alcanzar fines materiales. Son muy materialistas, y en todas sus relaciones buscan satisfacción material. Se educan para ganar dinero.
Hacen amigos con fines materialistas y su lema es: “Que la ambición gobierne”.
La siguiente etapa es la del cocodrilo. El cocodrilo vive en el agua y en la tierra. En este nivel, el cocodrilo no sólo deberá tratar de dominar la vida física, sino también la vida del plano emocional y del plano mental, y efectuar un sensacional avance en el plano intuitivo, o en el plano de la conciencia Crística.
En la etapa del cocodrilo, una gran belleza atrapa al capricorniano y lo relaciona con los mundos de su personalidad y los hace transformar, debiendo enfrentar cinco pruebas:
En la primera prueba, vence al poder del sexo, del dinero y de los bienes, y obtiene su libertad. Estas tres fuerzas no le sobornan más ni retardan su evolución.
En la segunda prueba, toma contacto con un nivel superior, el nivel de las ideas y las visiones, y las expresa en su vida creadora. Cambia toda su naturaleza y se vuelve a crear como una persona nueva, porque verdaderamente, el arte creador es la mera manifestación de la naturaleza interior de una persona que nació de nuevo. Tras una total transformación espiritual, se transforma en una creadora fuente de belleza.
Debajo de esta etapa, las artes y las facultades creadoras de la gente se prostituyen por intereses egoístas, para vender odio, sexo, drogas, venganza, objetos materiales, separatismo, sectarismo, goce, excitación emocional o inercia.
En verdad, el arte creativo desenvuelve y desarrolla nuestra conciencia, depura nuestras emociones y cura nuestros cuerpos. EI arte creativo real construye puentes entre la gente, acrecienta el amor y la comprensión, y cultiva dentro de aquella valores más vastos.
En la tercera prueba, el capricorniano vence el miedo a la soledad. Los capricornianos caen con frecuencia en la depresión. La vida de la personalidad los devora, cubre sus ojos con la niebla de la incertidumbre, la duda y el miedo. En la etapa del cocodrilo, vencen ese sentimiento de soledad, porque empiezan a tomar contacto con su guía interior.
Un hombre está siempre solo, no importa cuántos amigos le rodeen, si no tiene contacto con su guía interior. Una vez que tiene contacto, la soledad desaparece porque ve que ésta es una ilusión y no existe concretamente, y está en contacto con toda la vida, en todo momento, por doquier. Una vez que se libera de la ilusión de la soledad, descubre que la denominada vida social consume su tiempo y su energía, y que necesita tiempo y energía para crear y vivir una vida más abundante en compañía con su Señor interior.
Cuando el cocodrilo vence a la soledad, pasa a la cuarta prueba en la que deberá vencer su orgullo y sus ambiciones mundanas. El orgullo del cocodrilo se basa en la ilusión de que tiene gran poder, y debido a eso ha de ser muy respetado.
Vence este orgullo averiguando que todas las personas, por doquier, son bellas en su esencia. Para un hombre de orgullo, él es el centro del universo. Cuando entra en la etapa del cocodrilo por primera vez, comprende que el océano de la existencia es vasto, y él, como forma separada, es relativamente insignificante. ¡Reemplaza el orgullo con la humildad! La humildad le da una oportunidad para que se expanda y crezca. El cocodrilo vence su orgullo, desarrollando un sentido de relatividad.
Luego de vencer el orgullo, el cocodrilo enfrenta la quinta prueba que consiste en desarrollar la aptitud para sostener un elevado nivel de frecuencia espiritual. Esta es una gran prueba, y dificilísima. El cocodrilo debe mantener su éxtasis, su beatitud espiritual, su visión intacta el mayor tiempo posible, sin caer en los valores comunes ni en las nebulosas selvas de la vida. Una vez que llegue a un verdadero nivel de amor, deberá ser capaz de sostenerlo. Una vez que llegue a un alto nivel de comprensión, deberá ser capaz de mantenerlo. Una vez que llegue a un nivel de auto realización y tome contacto con los estratos más profundos de su ser, deberá ser capaz de captar eso el mayor tiempo posible, y vivir así en el nivel que alcanzó.
Muchos de nosotros tenemos elevaciones momentáneas de conciencia, amores y visiones mayores, pero en el momento siguiente una nube los quita y caemos en nuestro nivel promedio de vida.
Todos los capricornianos deben intensificar su esfuerzo para pasar estas pruebas y todos los demás deben tratar de afrontar estas pruebas cuando el Sol entra en Capricornio.
Cuando el cocodrilo pasa estas pruebas, se convierte en Unicornio. El unicornio es el símbolo de un iniciado del tercer grado. La tercera iniciación se toma siempre en las “altas montañas”. El unicornio asciende a las cimas con decisión, y con poder de voluntad domina las dificultades. El cuerno en el medio de su frente es el símbolo de la unidireccionalidad, la decisión, la determinación. Es la señal del guerrero transfigurado. Un gran Sabio dice: “Puede verse una espada recta encima de la frente del guerrero del espíritu” (Corazón, par. 157 – Agni Yoga).
Una vez que tiene esta espada sobre su frente, su dirección es clara. Conoce su meta, y nadie podrá hacerle desviar de ella. Tal es la persona a la que Cristo se refería cuando dijo: “Toman el reino de los cielos mediante violencia”. Violencia significa un grado extremo de empeño y trabajo.
De manera que el capricorniano se trasciende y convierte en gran guerrero, en gran servidor de la humanidad. ¡Es tan bella la nota clave del unicornio! Está en la cima de la montaña de su ser, y dice: “Perdido estoy en la luz superna, pero a esa luz le doy la espalda.”
Él hace esto para servir a la humanidad. Está en la luz superna, pero vuelve su rostro hacia lo que el mundo necesita e irradia la luz superna para ayudar a la humanidad.
Las cabras crean guerras, revoluciones y levantamientos con estas energías. Los cocodrilos tratan de construir buenas relaciones humanas y de establecer la buena voluntad. Los unicornios aportan síntesis, unidad, cooperación, ritmo y armonía.
La energía de la cabra y el karma
En una de las reuniones de meditación de la agrupación Lucistrust, en base a las enseñanzas de Alice Bailey Barbara Valocore desde Nueva York invita también a reflexionar sobre la luz que entrega Capricornio como un signo de extremos, y que exhibe la materialidad más densa y la aspiración espiritual más elevada.
Para el individuo que está polarizado en el mundo de la materia y la forma, la experiencia de Capricornio estimula una ambición impulsora para lograr el poder personal y material, para controlar a los demás y el mundo que lo rodea para su propia gratificación y satisfacción de los deseos. El deseo es el gran motivador y cuando conduce a la entidad hacia el cumplimiento de metas personales y separativas, el individuo egoístamente polarizado comienza a repudiar no solo a la Jerarquía, sino también al alma y a sus energías iluminadas. Sin saberlo, contribuye a los esfuerzos de los señores del materialismo, quienes actualmente controlan gran parte de la humanidad.
Pero esta es una situación que evoluciona porque después de un tiempo, el impulso de la ambición personal y del poder material deja al aspirante cansado de buscar constantemente la satisfacción en acciones u objetos que nunca pueden alimentar el alma. Se siente atraído por la luz y luego se vuelve hacia ella, al tiempo que comienza a sentir la presencia de una luz superior que lo insta a ir más allá del atractivo de la forma y a buscar la vida del alma, del espíritu. Ahora es la aspiración espiritual la que lo impulsa e inspira. Comienza a percibir un sufrimiento en el mundo que ninguna cantidad de dinero o posesiones puede aliviar y se siente llamado a ayudar. Emerge el sentido de responsabilidad y así comienza el ascenso y se dan los primeros pasos hacia el Camino Superior.
El signo de Capricornio está condicionado principalmente por las energías del planeta Saturno, el planeta del discipulado que, se nos dice, es “el más poderoso de los cuatro Señores del Karma” (3). Nadie puede escapar a los requerimientos del karma y la mayoría de las personas están, lenta y dolorosamente, ocupadas trabajando en su propio karma individual durante muchas vidas hasta que, eventualmente, el alma queda libre para avanzar en el camino hacia la iniciación. También está el karma grupal o colectivo, condicionado por Saturno, y para que la humanidad pueda subir a la cruz fija y caminar por el camino del discipulado, el llamado karma negativo debe ser enfrentado y trabajado.
En este sentido, la humanidad tiene mucho por hacer para limpiar la deuda kármica que ha creado durante siglos, especialmente en los países más ricos que utilizan la mayoría de los recursos materiales. Las crueldades y el abuso que las potencias coloniales gobernantes infligieron a las poblaciones vulnerables todavía están afectando a estos grupos desatendidos en muchos lugares del mundo. El legado de la esclavitud y sus secuelas no está cerca de resolverse, y en muchos lugares la esclavitud todavía existe en ciertas formas, como el trabajo forzado y la retención de mujeres y jóvenes en servidumbre para la prostitución. Todavía no se ha hecho restitución a las poblaciones devastadas como resultado del genocidio y, en algunos lugares, esta devastación continúa.
La humanidad ha tratado a la Tierra y a sus criaturas con codicia y avaricia, lo que produce contaminación del aire, aguas y suelos envenenados y ahora la amenaza muy real del cambio climático. Estamos destruyendo los pulmones del planeta y aparentemente moviéndonos con rapidez hacia la extinción. ¿Cómo puede un individuo responder a la necesidad de equilibrar el karma? ¿Cómo pueden los gobiernos y los grupos cívicos o individuos ayudar a mitigar las obligaciones del karma? ¿Cómo puede la práctica de la meditación ocultista ayudar a limpiar las obligaciones kármicas? Aunque gran parte de lo que se ha creado es destructivo, sin duda hay millones de personas en todo el mundo que están trabajando para limpiar el medio ambiente y hacer restitución por los errores kármicos grupales.
A medida que avanzamos más firmemente hacia la Era de Acuario, el proceso de trabajo e iniciación grupales se está haciendo más real y evidente. En todas partes, los grupos esotéricos y espiritualmente orientados se reúnen y trabajan juntos para ayudar a resolver los problemas de la humanidad. En cada campo de trabajo, en cada profesión y en cada parte del mundo se pueden encontrar personas que reconocen la luz del ángel y avanzan hacia ella con cuidado, deliberación y propósito espiritual. Han cruzado las llanuras de la Tierra, alcanzado la distante meta e iniciado el ascenso. Se ha activado un nuevo ciclo de esfuerzo caracterizado por la lucha, la tensión y el tipo de esfuerzo que no puede ser debilitado por las tentaciones del materialismo… el grupo está en su camino ascendente.
El grupo avanza lenta y constantemente gana altura y, como grupo, se acerca a la cima del logro espiritual. A medida que se gana altitud, las nubes y brumas de la Tierra se debilitan y se disipan en el aire, quitando el poder a los espejismos e ilusiones que antes condicionaban al grupo. La atmósfera se vuelve más refinada y el grupo es estimulado con nuevas ráfagas de un nuevo tipo de energía, la tasa vibratoria aumenta y el grupo se mueve como electrificado. Y, de hecho, lo está. La vista se vuelve clara, se amplía; la mirada se abre a una visión acrecentada y a una nueva perspectiva, la visión más inclusiva del iniciado. Lo que realmente está sucediendo es que el grupo se está volviendo cada vez más radiactivo, se está unificando y comienza a estar listo para entrar juntos por la puerta de la iniciación. El ascenso continúa.
Dentro del grupo pionero, avanzando juntos con humildad y gratitud, aumentará la cualidad de la radiactividad y esto empoderará al grupo para que tenga un efecto magnético sobre todos aquellos con quienes entra en contacto. La radiactividad demostrada libera la luz en los demás y se convierte en “un estimulador del centro cardíaco del semejante, y despierta e impulsa a los seres humanos para que actúen en bien de los demás” (4). Permaneciendo en la luz suprema, el grupo ahora ha alcanzado el portal final y la entrada a la cumbre de la iniciación. Con su radiactividad lograda sabe que toda la vida es una y que todas las energías, planetarias o extraplanetarias, están relacionadas e interconectadas.
La transfiguración ha sido experimentada y la visión de los ríos y corrientes de luz que circulan dentro de la luz divina está impresa en el grupo. Se ha alcanzado la cumbre y ahora no hay ningún lugar más a donde ir sino hacia abajo. El grupo debe volver a bajar de la cima para convertirse en el Servidor Mundial en Acuario. El trabajo nunca termina y la invitación a unirse está lanzada.
Fuentes:
(1) Sinfonía del Zodíaco” de Torkom Saraydarian
(2) https://www.lucistrust.org/uploads/es/arcaneschool/FMT-2023_NY_Capricornio.pdf
(3) Astrología Esotérica, p. 164 ed. Inglesa
(4) Tratado sobre fuego cósmico, p. 863 ed. Inglesa