A través de los años, muchos estudios han demostrado que la exposición solar en realidad ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Dr. Joseph Mercola
A pesar de la mala fama que relaciona a la exposición solar con el cáncer de piel, casi no existe evidencia que la respalde. Sin embargo, existe mucha evidencia de que en realidad es todo lo contrario. A través de los años, muchos estudios han demostrado que la exposición solar en realidad ayuda a prevenir el cáncer de piel. De hecho, se ha descubierto que la aparición de melanoma disminuye con una mayor exposición al sol y puede aumentar con los protectores solares.
Uno de los hechos más importantes que debería saber es que ha estallado una epidemia de esta enfermedad entre las personas que trabajan en lugares cerrados. Estos trabajadores tienen de tres a nueve veces menor exposición solar UV que la que obtienen las personas que trabajan al aire libre, sin embargo sólo los trabajadores de lugares cerrados tienen mayores tasas de melanoma, y las tasas han estado aumentando desde antes de 1940.
Hay tres factores principales que ayudan a explicar esto y el primero tiene que ver con el tipo de exposición UV.
Existen dos tipos principales de rayos UV provenientes de la luz solar, los rayos UVB que producen vitamina D y los rayos UVA que dañan la piel. Tanto los rayos UVA como los UVB pueden causar quemaduras y bronceado, aunque los UVB lo hacen mucho más rápido. Sin embargo, los rayos UVA penetran la piel más profundamente que los UVB y ese podría ser un factor mucho más importante en el foto envejecimiento, las arrugas y el cáncer de piel.
Un estudio publicado en Medical Hypotheses sugiere que los trabajadores de lugares cerrados podrían tener tasas más altas de melanoma debido a la exposición solar a través de las ventanas y tan sólo de rayos UVA y no los UVB. Los rayos UVA son los que pueden atravesar más fácilmente el vidrio de las ventanas. Al mismo tiempo, estos trabajadores se están perdiendo de la exposición benéfica de los rayos UVB por lo que tienen niveles más bajos de vitamina D.
Los investigadores señalaron:
“Nuestra hipótesis es que un factor implica la exposición a los rayos UVA (321-400nm) que atraviesan las ventanas, lo cual puede causar mutaciones y romper la vitamina D3 formada después de la exposición a los rayos UVB (290-320nm) y el otro factor involucra los niveles bajos de vitamina D3 cutánea.
“Después de que se forma la vitamina D3, las células del melanoma pueden convertirla en la hormona, 1,25-dihidroxivitamina D3 o calcitriol, que provoca la inhibición del crecimiento y la muerte celular apoptótica in vitro e in vivo.
“…Estamos de acuerdo con que la sobre exposición intermitente al aire libre los UV y las quemaduras pueden causar melanoma maligno cutáneo, actualmente proponemos que el aumento de la exposición UVA y el mal mantenimiento de los niveles de vitamina D3 promueven el melanoma maligno cutáneo.”
“Los así llamados expertos que aconsejan evitar la exposición solar y aplicar religiosamente bloqueadores solares en realidad están alentando el aumento de cáncer a la piel, no su disminución”
Para ponerlo simple, parece ser que los rayos UVB son los que proporcionan protección contra el melanoma, o mejor dicho, la vitamina D producida por su cuerpo en respuesta a la radiación UVB es de protección.
Como se describe en The Lancet:
“Paradójicamente, los trabajadores al aire libre tienen menor riesgos de melanoma en comparación con las personas que trabajan en lugares cerrados, que sugieren que la exposición solar crónica puede tener un efecto protector.”
La vitamina D ayuda a proteger contra el cáncer
La vitamina D es una hormona esteroide que influye en prácticamente todas las células de su cuerpo y fácilmente es uno de los combatientes del cáncer más poderosos. Así que quiero enfatizar nuevamente que si usted evita la exposición al sol, se estará perdiendo de su protección natural contra el cáncer.
Sus órganos pueden convertir la vitamina D en su torrente sanguíneo en calcitriol, que es la versión hormonal o activa de la vitamina D. Entonces sus órganos los utilizan para reparar el daño, incluyendo el daño causado por las células de cáncer y los tumores. El efecto protector de la vitamina D contra el cáncer trabaja de diferentes maneras, incluyendo:
- Aumenta la auto-destrucción de las células mutadas (que, si se permite que se multipliquen, pueden causar cáncer).
- Reduce la propagación y reproducción de las células de cáncer.
- Provoca que las células se vuelvan diferenciables (por lo general las células de cáncer carecen de diferenciación).
- Reduce el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos a partir de los ya existentes, lo cual es un paso en la transición de los tumores a tumores cancerígenos.
Esto aplica no sólo en el cáncer de piel sino que también en otros tipos de cáncer. Las teorías que relacionan a la vitamina D con ciertos tipos de cáncer han sido probadas y confirmadas en más de 200 estudios epidemiológicos y la comprensión de su base fisiológica se deriva de más de 2,500 estudios de laboratorio, según el epidemiólogo Cedric Garland, Dr. PhD, profesor de medicina familiar y preventiva en la Facultad de Medicina de la UC en San Diego.
“Optimizar los niveles de vitamina D podría ayudar a prevenir al menos 16 tipos de cáncer diferentes, incluyendo el cáncer de páncreas, pulmón, ovarios, próstata y cáncer de piel.”
Aquí sólo unos puntos de algunos de los resultados más destacados:
Unos 600,000 casos de cáncer de mama y cáncer colorectal pudieron haber sido prevenidos cada año si los niveles de vitamina D entre las personas alrededor del mundo fueran más altos, de acuerdo con una investigación realizada por el Dr. Garland y otros colegas.
Optimizar los niveles de vitamina D podría ayudar a prevenir al menos 16 tipos de cáncer diferentes, incluyendo el cáncer de páncreas, pulmón, ovarios, próstata y cáncer de piel.
Un estudio a gran escala, aleatorio, controlado con placebo sobre la vitamina D y el cáncer demostró que la vitamina D puede reducir el riesgo de cáncer en general en hasta un 60 %. Este resultado fue tan importante que la Sociedad Canadiense del Cáncer comenzó a recomendar a la vitamina D como una terapia de prevención del cáncer.
Las mujeres con piel clara que tuvieron grandes cantidades de exposición solar tuvieron la mitad de riesgo de desarrollar cáncer de mama avanzado (el cáncer que se extiende más allá de las mamas) en comparación con las mujeres con menores cantidades de exposición al sol, de acuerdo con un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology.
Un estudio realizado por el Dr. William Grant, PhD, investigador y científico internacionalmente reconocido y experto en vitamina D, encontró que cerca del 30 % de las muertes por cáncer –que equivale a 2 millones alrededor del mundo- podría haber sido evitado cada año con niveles más altos de vitamina D.
“Consumir alimentos saludables llenos de antioxidantes es otra estrategia útil para evitar el daño de la piel causado por el sol.”
Cuando utilice el sol para combatir el cáncer, la dosis es lo que cuenta
Cuando recomiendo utilizar el sol terapéuticamente, significa obtener la dosis apropiada para optimizar sus niveles de vitamina D. Esto por lo general quiere decir que la exposición suficiente de la superficie de su piel. El tiempo exacto varia radicalmente dependiendo de muchas variables, como el color de su piel, la hora del día, la temporada, las nubes, la altitud y la edad. El principio clave es jamás quemarse, lo cual también depende de la hora en la que decide asolearse.
Un mito común es que la exposición ocasional de sus manos y su cara es suficiente para obtener la vitamina D. En el caso de la mayoría de las personas es absolutamente insuficiente para mover los niveles de vitamina D a un rango saludable. Además, si usted utiliza protector solar, bloqueará su capacidad de producir vitamina D.
Y contrario a la creencia popular, la mejor hora para asolearse y producir vitamina D es cerca del mediodía, es decir como a la 12 en el verano para la mayoría. Los rayos UVA dañinos son constantes a todas horas del día, durante todo el año, a diferencia de los rayos UVB, que son más frecuentes en la mañana y en la tarde.
Cuando utilice el sol para maximizar su producción de vitamina D y minimizar su riesgo de melanoma maligno, el mediodía (entre las 10:00 y 12:00 hrs.) es la hora más segura. Durante este período usted necesitará poco tiempo de exposición para producir vitamina D porque los rayos UVB son los más intensos a esa hora. Además, cuando el sol se pone en el horizonte, los rayos UVB se filtran con los peligrosos rayos UVA.
Una vez que su cuerpo alcanza de los 10,000 a 40,000 unidades de vitamina D. Cualquier otra exposición causará daño en su piel. La mayoría de las personas con piel clara deben limitar su producción de vitamina D a sólo 10-20 minutos o bien, cuando su piel tome un color rosado. Algunas personas necesitarán menos tiempo, otras más. Mientras más oscura sea su piel, más tiempo de exposición necesita para optimizar la producción de vitamina D.
¿Por qué no sólo tomar un suplemento de vitamina D?
Usted puede obtener vitamina D3 en forma de suplemento, únicamente si la luz solar o la cama de bronceado no son una opción, es mejor que no obtener nada de vitamina D. Si utiliza un suplemento, parece que la mayoría de los adultos necesitan cerca de 8,000 UI de vitamina D al día, con el fin de obtener los niveles séricos por encima de los 40ng/ml.
Sin embargo, la exposición solar es un recurso muy superior para la obtención de vitamina D, porque cuando se asolea, su piel sintetiza la vitamina D3 sulfatada. Esta forma de vitamina D es soluble en agua, a diferencia de la proveniente de los suplementos, que no es sulfatada. La forma soluble en agua puede viajar libremente en su torrente sanguíneo, mientras que la forma no sulfatada necesita de LDL (el llamado colesterol “malo”) como vehículo de transporte.
La forma de vitamina D oral no sulfatada podría no proporcionarle los mismos beneficios que la vitamina D creada de la exposición al sol, porque no puede ser convertida en vitamina D sulfatada.
Creo que esta es una razón sumamente convincente para realmente lograr obtener la vitamina D por medio de la exposición solar o bien una cama de bronceado segura (con balastos electrónicos y no magnéticos, para evitar la exposición innecesaria a campos electromagnéticos). Las camas de bronceado seguras también tienen menos UVA que los rayos del sol, aunque los UVA que tiene son más peligrosos que los del sol. Si ninguna de estas opciones es viable para usted, entonces lo mejor será tomar un suplemento de vitamina D3.
¿Cuáles son los niveles de vitamina D ideales para protegerse contra el cáncer?
En el 2007 el nivel reconocido era entre 40 y 60 nanogramos por milímetro (ng/ml). Desde entonces, el nivel óptimo de vitamina D ha ido aumentando a 50-70 ng/ml y cuando se trata con enfermedades cardíacas y cáncer, se necesita hasta 70-100 ng/ml.
Yo recomiendo que se cheque sus niveles regularmente para asegurarse que se encuentren dentro del rango terapéutico. Solicite a su médico un examen preventivo.
Estrategias simples para la prevención del cáncer de piel
Su cuerpo está diseñado para soportar el sol y cuando se hace apropiadamente la exposición al sol será una de las mejores formas de ayudar a reducir el riesgo de su piel a ésta y muchos otros tipos de cáncer.
Junto con la optimización de los niveles de vitamina D, el caroteniode astaxantina también ha despertado el interés de los investigadores debido a su capacidad para reducir los signos del envejecimiento al ayudar a proteger su piel del daño del sol. Personalmente, tomo 8 mg. todos los días para ayudar a limitar cualquier daño potencial de la exposición del sol, ya que paso casi todo el año de una a dos horas al día bajo el sol.
Consumir alimentos saludables llenos de antioxidantes es otra estrategia útil para evitar el daño de la piel causado por el sol. Los alimentos frescos, crudos y sin procesar brindan los nutrientes que su cuerpo necesita para mantener un equilibrio saludable entre los ácidos graso omega-6 y omega-3 en su piel, que es la primera línea de defensa contra las quemaduras solares.
Los vegetales crudos y frescos también proporcionan a su cuerpo poderosos antioxidantes que ayudarán a combatir los radicales libres causados por el daño solar que puede producir quemaduras y cáncer.
Joseph Mercola es médico osteópata, autor de numerosos libros, dos de los cuales son best seller del New York Times: The no-grain diet y The great bird flu hoax. El Dr. Mercola es conocido mundialmente por ser el fundador y editor del sitio web de medicina alternativa Mercola.com. espanol.mercola.com |