Una revisión de la literatura científica sobre la vacuna contra el VPH muestra que su efectividad no sólo es exagerada, sino que tampoco ha sido probada. Lo que tenemos, en cambio, son decenas de miles de informes de casos adversos.
Dr. Joseph Mercola y redacción Mundo Nuevo
Actualmente, existen en el mercado dos vacunas contra el Virus del Papiloma Humano o VPH. La primera, Gardasil, fue autorizada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en 2006. La segunda vacuna, Cervarix, fue autorizada en 2009. A partir de 2014, ambas vacunas forman parte del Programa Nacional de Inmunizaciones, para ser aplicadas a niñas entre los 9 y 10 años, en un esquema de dos dosis. Este año, se vacunará a aproximadamente 120.000 niñas. Y a partir de 2015, se administrarán 250.000 dosis cada año.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, y en palabras de la propia Presidenta de la República, la vacuna contra el VPH ofrece una protección de larga duración, es segura y no presenta efectos adversos distintos a los de cualquier vacuna incluida en el Programa Nacional de Inmunizaciones.
A continuación, presentamos información científica independiente sobre la efectividad y seguridad de la vacuna contra el VPH, no financiada por los laboratorios involucrados, y que muestra una realidad muy diferente, cuando no alarmante.
Revisión sistemática de la vacuna del VPH concluye que su eficacia no está comprobada
Una revisión sistemática de la literatura científica sobre la vacuna contra el VPH, realizada por un equipo canadiense y publicada en Current Pharmaceutical Design (2013) antes y después de la autorización de la vacuna contra el VPH, demuestra que su efectividad no sólo es exagerada (a través del uso de información selectiva o de datos manipulados), sino que tampoco ha sido probada.
“La información de los ensayos clínicos no ha demostrado hasta la fecha que las vacunas hayan evitado un solo caso de cáncer cervical.”
El resumen de la publicación lo afirma con toda claridad:
«Llevamos a cabo una revisión sistemática de los ensayos de la vacuna contra el VPH antes y después de su autorización, con el fin de evaluar la evidencia de su eficacia y seguridad. Descubrimos que el diseño de las pruebas clínicas de la vacuna contra el VPH, y la interpretación de datos sobre su eficacia y los resultados de seguridad fueron en gran medida inadecuados. Además, encontramos evidencia de un uso selectivo de los resultados de los ensayos clínicos (es decir, se excluyeron las cifras sobre la eficacia de la vacuna relacionadas con el estudio de subgrupos, en el cual la eficacia puede ser menor o incluso negativa según las publicaciones científicas revisadas por pares).
“Ante esto, el optimismo generalizado con respecto a los beneficios a largo plazo de las vacunas contra el VPH parece basarse en una serie de suposiciones no probadas (o que están en contra de los hechos comprobados) y en una tergiversación significativa de los datos disponibles.
“Por ejemplo, se afirma que la vacuna contra el VPH logrará reducir en aproximadamente un 70 % el cáncer cervical, a pesar de que la información de los ensayos clínicos no ha demostrado hasta la fecha que las vacunas hayan evitado un solo caso de cáncer cervical (sin hablar de las muertes por cáncer cervical); y tampoco se justifican las extrapolaciones excesivamente optimistas basadas en marcadores sustitutos.
“Del mismo modo, la noción de que las vacunas contra el VPH tienen un perfil de seguridad impresionante es únicamente apoyada por un diseño altamente imperfecto de pruebas de seguridad. Y es contraria a la evidencia acumulada por la base de datos sobre seguridad de las vacunas y los informes de casos que continúan vinculando la vacuna contra el VPH con serios resultados adversos, incluidas la muerte e incapacidad permanente.
“La noción de que las vacunas contra el VPH tienen un perfil de seguridad impresionante es únicamente apoyada por un diseño altamente imperfecto de pruebas de seguridad.”
“Por consiguiente, concluimos que una mayor reducción de los cánceres cervicales puede lograrse mejor mediante la optimización de la detección cervical (que no conlleva esos riesgos) y la focalización de otros factores de la enfermedad, en lugar de depender de vacunas con una eficacia y perfiles de seguridad cuestionables.”
Es realmente increíble, y un verdadero testimonio de los conflictos de interés que manipulan las directrices de la salud pública, que la vacuna contra el VPH haya recibido un apoyo tan sólido tanto por parte del Gobierno como por parte de los parlamentarios.
Es importante darse cuenta de que la vacuna contra el VPH solo protege contra un pequeño grupo de virus del VPH que pueden causar anormalidades en las células, que en algunos casos puede causar cáncer cervical si es que las anomalías no son detectadas y tratadas a tiempo. Por lo mismo, es poco apropiado llamarla vacuna contra el cáncer. Y es enormemente engañoso, y hasta un engaño deliberado, el decir que “salvará” vidas.
Hoy, ocho años después de su aprobación, todavía no hay absolutamente ninguna prueba ni evidencia real que demuestre que Gardasil previene realmente el cáncer a largo plazo o que reduce la mortalidad de cáncer cervical. Lo que tenemos, en cambio, son decenas de miles de informes de casos adversos en EEUU y, hasta 2013, se habían atribuido 139 muertes a esta vacuna.
Riesgos de la vacuna contra el VPH que usted desconoce
Hasta 2013, el Sistema de Informes de Efectos Adversos de las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) recibió 139 informes de muerte después de administrar la vacuna contra el VPH, así como también: 894 informes de discapacidad, 517 casos potencialmente mortales, 9.889 visitas a urgencias y 2.781 hospitalizaciones.
Información reciente obtenida por el analista investigador de VAERS Janny Stokvis también mostró un aumento desmedido y reciente en el Papanicolaou anormal, en la displasia cervical y en el cáncer cervical luego de aplicarse la vacuna contra el VPH.
Es necesario tener en cuenta que se calcula que solo se informa a VAERS entre el 1 y el 10 % de los acontecimientos graves producidos después de la vacunación.
Además, los investigadores de la FDA, en el año 2009, revelaron que casi el 70 % de los casos adversos informados contra la vacuna Gardasil a VAERS provinieron de Merck, lo que indica que la mayoría de los médicos están informando directamente las lesiones y muertes por causa de la vacuna a Merck en lugar de comunicarlas a VAERS. ¡Quién sabe cuántas lesiones y muertes relacionadas con Gardasil nunca fueron notificadas a la base de datos de VAERS por parte de Merck!
Los efectos adversos informados a VAERS después de la vacunación contra el VPH son: parálisis de Bell, síndrome de Guillain-Barré, epilepsia, parálisis, ceguera, pancreatitis, problemas de habla, pérdida de memoria a corto plazo, quistes ováricos, problemas del corazón y coágulos sanguíneos, abortos y anormalidades fetales, ataque cardíaco y muerte repentina.
Estudio a gran escala muestra que la vacuna VPH es ineficaz y aumenta la tasa de tipos cancerígenos de VPH en las mujeres vacunadas
El estudio antes mencionado es por sí mismo una gran noticia, pero eso no es todo. Los medios de comunicación y los funcionarios de la salud pública también han ignorado por completo otros estudios sobre el tema. Según lo informado en el portal digital menstruationresearch.org:
«En enero de 2012, la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology publicó el estudio ATHENA VPH, donde anunciaba los resultados de un gran ensayo de detección de cáncer cervical, en 47.208 mujeres de 21 años de edad o más, en 61 centros clínicos en los Estados Unidos. Los autores informaron que en un subgrupo de 12.852 mujeres jóvenes, la vacuna contra el VPH redujo las infecciones por VPH en sólo el 0,6% de las mujeres vacunadas, a diferencia de las mujeres no vacunadas.
Lo más inquietante son los datos que demostraron el diagnóstico de otras infecciones de VPH de alto riesgo en las mujeres vacunadas con una mayor frecuencia de un 2,6% a un 6,2% con respecto a las mujeres no vacunadas. De hecho, el estudio señaló que el aumento de la tasa de las infecciones por los tipos carcinogénicos de VPH en mujeres vacunadas (distintas a las tratadas por Gardasil) es de 4 a 10 veces mayor que la reducción de infecciones en VPH 16/18.”
Converse con sus hijos sobre el VPH y Gardasil
Hay mejores maneras de autoprotegerse o de proteger a sus hijas contra el cáncer cervical en lugar de aplicarse la vacuna Gardasil o Cervarix. Y es importante que usted les informe a sus hijos sobre esto. Recuerde que en más del 90% de los casos, su sistema inmunológico puede eliminar por sí mismo la infección de VPH en un periodo de dos años, por lo que es importante mantener el sistema inmune fuerte.
Además, la infección por el VPH se transmite por contacto sexual y los estudios realizados demuestran que el uso de condones puede reducir el riesgo de infección por el VPH en un 70%, lo que es mucho más eficaz que la vacuna contra el VPH.
Asegúrese de que sus hijos sepan que esta infección es de transmisión sexual, por lo que el riesgo de infección puede reducirse en gran medida gracias a las decisiones que tomen según su estilo de vida, incluido el uso de condones. También deben saber que, aun cuando se vacunen, es importante que las niñas y las mujeres se realicen exámenes cada dos años aproximadamente para detectar cambios cervicales que puedan indicar lesiones precancerosas, pues hay pocas garantías de que Gardasil o Cervarix prevengan el cáncer cervical.
Comuníquese con su doctor o busque alguno que le preste atención
Si su pediatra o médico se niega a proporcionarle atención médica a usted o a su hijo salvo que usted se comprometa a recibir vacunas no deseadas, atrévase a buscar otro médico. El acoso, la intimidación y la denegación de asistencia médica se están convirtiendo en la forma habitual de proceder de la clase médica en un esfuerzo por detener el cambio de actitud de muchos padres con respecto a las vacunas, luego de haberse informado adecuadamente sobre la salud y las vacunas.
Joseph Mercola es médico osteópata, autor de numerosos libros, dos de los cuales son best seller del New York Times: The no-grain diet y The great bird flu hoax. El Dr. Mercola es conocido mundialmente por ser el fundador y editor del sitio web de medicina alternativa Mercola.com. espanol.mercola.com |