“La Tierra completa, considerada como un organismo económico, es el organismo social. Sin embargo, esto no se tiene en cuenta en ninguna parte. Es precisamente por este error que toda la ciencia de la economía política se ha alejado tanto de la realidad. Como economistas, lo que realmente necesitamos es una comprensión del organismo social en su totalidad «. -Rudolf Steiner
Otto Scharmer
Traducido y editado por Felipe Correa
Hace exactamente noventa años, Rudolf Steiner impartió su curso de economía en Dornach, Suiza. Dio catorce conferencias durante un período de dos semanas, y usó el tiempo restante para las discusiones del seminario en un formato de preguntas y respuestas para profundizar en ciertos temas presentados por los participantes. Al leer las conferencias económicas de Steiner, en gran parte ignoradas hoy en día, uno se da cuenta de que la mayoría de sus conceptos aún son tan frescos y contrarios a la corriente principal como lo fueron en 1922.
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A medida que entramos en una era de perturbaciones sociales, económicas y ecológicas en esta etapa temprana del siglo XXI, muchas personas comienzan a darse cuenta de que quizás las causas fundamentales más importantes de esta crisis se originan en un pensamiento económico que está desvinculándose crecientemente del contacto con las realidades sociales, ecológicas y espirituales de nuestro tiempo.
¿Cómo, entonces, podemos repensar y redefinir los conceptos económicos fundamentales que enmarcan nuestras discusiones y dan forma a nuestras instituciones claves en la sociedad actual?
Esta es la gran pregunta que está hoy sobre la mesa.
Las conferencias de Rudolf Steiner sobre la ciencia económica pueden no parecer la lectura más accesible. Sin embargo, son un tesoro, en gran parte no utilizado, de nuevas ideas económicas, difícilmente más oportunas y relevantes para nuestros tiempos.
Diez ideas fuerza para cambiar el mundo
Aquí hay una pequeña guía de diez puntos que describen algunas ideas clave que se desarrollan a lo largo de estas conferencias. Las diez ideas me parecen más pertinentes y necesarias hoy de lo que ya eran hace noventa años.La ciencia económica actual debe basarse en el entendimiento de la economía mundial, no de la economía nacional. Si bien muchos economistas hoy estarían de acuerdo con esta propuesta, el pensamiento económico dominante en nuestra conversación pública y en las escuelas de negocios todavía está organizado en torno a marcos y mentalidades que gravitan en torno a la “riqueza de las naciones”, en lugar del bienestar de todos en nuestra economía global actual.
1. La ciencia económica actual debe basarse en el entendimiento de la economía mundial, no de la economía nacional. Si bien muchos economistas hoy estarían de acuerdo con esta propuesta, el pensamiento económico dominante en nuestra conversación pública y en las escuelas de negocios todavía está organizado en torno a marcos y mentalidades que gravitan en torno a la “riqueza de las naciones”, en lugar del bienestar de todos en nuestra economía global actual.
2. Las realidades económicas de hoy requieren que cambiemos nuestro marco de pensamiento, desde una mentalidad ego-céntrica, a una mentalidad eco-céntrica. Piensen en la actual crisis del euro. Piensen en la crisis de Wall Street de 2008. Piensen en la crisis climática que tenemos por delante. ¿A qué se reducen todas? A la misma cosa: que ninguna de ellos puede resolverse dentro de un marco económico que gira en torno a la conciencia de ego-sistemas. Todos requieren como solución un pensamiento económico que gire en torno a la conciencia de eco-sistemas o, en palabras de Steiner, al «altruismo». [1]
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3. Toda creación de valor económico comienza con la naturaleza y la agricultura. Hoy, muchos pensadores destacados de la nueva economía emergente han comenzado a hacer de la naturaleza y la agricultura una variable más central en el pensamiento económico. [2] El pensamiento económico de Steiner comienza con la naturaleza, es decir, con el trabajo aplicado a la naturaleza, y continúa con el capital (organización y liderazgo) aplicado al trabajo, es decir, la división del trabajo. La agricultura orgánica, como la agricultura biodinámica, que resulta ser uno de los semilleros de la “economía para la vida local” emergente en los Estados Unidos hoy en día [3] son, en opinión de Steiner, microcosmos de una economía de ciclo cerrado.
4. Los salarios no son el precio de la mano de obra, sino el precio de los bienes o servicios. Steiner propone que el trabajo o la fuerza de trabajo no es una mercancía. Por lo tanto, no puede tener un precio. Lo que tiene un precio son los frutos, los resultados de lo que creamos. En un mundo en el que tenemos 1.200 millones de jóvenes uniéndose al mercado laboral durante esta década y solo 300 millones de empleos disponibles para ellos, enfrentamos una escasez de casi mil millones de empleos. El encuadre del trabajo en Steiner no como una mercancía, sino más bien como un derecho humano, apunta a una forma diferente de buscar una solución que se centre en despertar y potenciar las capacidades de emprendimiento más profundas del ser humano.
5. El capital no es dinero sino espíritu en acción. La esencia del capital y el dinero es que son espíritu realizado: la realización de una profunda creatividad humana aplicada a la creación de valor económico. Esta es sin duda una de las propuestas más interesantes que se deriva del pensamiento económico de Steiner, lo que lleva a una serie de marcos y sugerencias aún más interesantes.
6. El problema de nuestra economía es la falta de equilibrio entre tres tipos de dinero, lo que tiene como consecuencia la fabricación de burbujas especulativas relacionadas con la congestión de capital. Steiner sugiere que hay tres tipos de dinero que difieren en términos de su uso: dinero de compra, dinero de préstamo y dinero de regalo. El dinero de compra se utiliza para gastos de consumo. El dinero de préstamo se utiliza para construir nuevas empresas y, por lo general, es más productivo que el dinero utilizado solo para el consumo. Sin embargo, la productividad más alta a largo plazo viene del dinero de regalo, como son los gastos para educación, crianza de los hijos o el cultivo de bienes comunes globales relacionado al medioambiente. Si bien hoy tenemos una sobre-oferta de dinero de préstamo (alrededor de 200 billones de dólares), tenemos una vasta sub-oferta de dinero de regalo, que podría estar disponible para emprendedores sociales, escuelas y otras iniciativas que intentan cultivar nuestros bienes comunes ambientales, sociales y culturales. El marco analítico de Steiner aquí sugiere que las crisis financieras de nuestro tiempo son el resultado de no equilibrar adecuadamente los tres dominios principales del dinero.
7. ¿El envejecimiento del Dinero como punto de partida? Hoy sabemos que el desacoplamiento entre las economías financieras y las reales es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Ya en 1922, Steiner sugirió una posible solución estructural para esto: que el dinero debería, al igual que los bienes, «gastarse» un poco con el paso del tiempo. Porque, si no lo hace, creará una ventaja injusta para el dinero en relación con los bienes, los cuales siempre tienden a desgastarse. Por lo tanto, para que las economías financieras y reales tuvieran un campo de juego parejo, necesitamos dinero que se «agote», es decir, que incentive al usuario a usarlo como dinero de regalo antes del final de su ciclo de vida. De lo contrario, el dinero y la economía real serían sujetos de una «competencia injusta», que es lo que hoy tenemos.
8. Autorregulación del proceso económico basada en la conciencia. Steiner también propone una evolución en cómo vemos el funcionamiento de los mercados. Sugiere una nueva forma de pensar sobre los mecanismos de coordinación, cerrando el ciclo de retroalimentación de los actores económicos, su acción colectiva y su conciencia. El punto de partida para mejorar el proceso económico es el hecho de que el «proceso» está siendo observado en cada etapa, y que los observadores pueden responder instantáneamente a lo que ven a través de sus acciones y toma de decisiones individuales y colectivas. Por lo tanto, el modo de Steiner para hacer evolucionar la economía de mercado es construir un mayor nivel de conciencia y de autorregulación de la totalidad de los sistemas.
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9. Imaginen que cada ser humano pudiera obtener una cantidad promedio de tierra para cultivar. Otra idea que parecía totalmente loca en 1922 pero que ya entró en discusión en 2012 es el concepto de que todo ser humano recibiera una cierta cantidad de tierra agrícola para ser cuidada. Todos los enfoques del cambio climático y la seguridad climática basados en los derechos humanos se basan en un tipo de idea muy similar: que todos, todos los seres humanos actuales (y futuros), compartimos el mismo planeta. Por lo tanto, todos deberíamos tener los mismos derechos de uso de los recursos globales que se basan en bienes comunes. Pero, como señala el Índice del Planeta Feliz de la New Economics Foundation, los países desarrollados utilizan mucho más de estos recursos que lo que sería su parte justa, mientras que lo contrario es cierto para los países en desarrollo [4]. En la medida en que este concepto entre cada vez más en la discusión global, será utilizado como una razón para transferir capital y tecnología desde lugares donde hay demasiado (Norte Global) a lugares donde hay demasiado poco (Sur Global y/o países en desarrollo). Eventualmente, todo pensamiento económico debe basarse en la realidad de un único planeta.
10. Necesitamos conceptos que sean más fluidos y flexibles, y estén más en sincronía. Steiner llama no solo a una nueva ciencia económica, a una nueva economía, sino a un nuevo tipo de pensamiento económico que coexista con la realidad cambiante del mundo. La teoría económica tiene que diferenciarse de unas ciencias naturales que miran la realidad desde afuera. La investigación sobre la economía implica el reconocimiento de ser un participante de la realidad que se está tratando de describir. Este tipo de investigación de acción participativa requiere métodos y conceptos diferentes, más flexibles, fluidos y dinámicos, y que puedan coevolucionar con la realidad que reflejan y de la cual son parte.
Estos son diez atisbos de un número mucho mayor de ideas frescas y nuevas. Las que acabo de mencionar son solo algunas que han llamado mi atención. Los invito a hacer su propio viaje a través de este maravilloso material, a dejar que su propio interés y sus propias preguntas sean la guía en él.
Tomado de Rethinking Economics: Lectures and Seminars on World Economics, por Rudolf Steiner / SteinerBooks / diciembre de 2015. Introducido por Otto Scharmer. Reimpreso con permiso del editor.
Dr. C. Otto Scharmer es Lector Senior en el Massachusetts Institute of Technology y fundador de ELIAS (Emerging Leaders for Innovation Across Sectors). Es el autor de numerosos artículos y libros, incluyendo Teoría U: Liderar desde el futuro a medida que emerge, y Presence: An Exploration of Profound Change in People, Organizations, and Society.
Notas
[1] Para obtener más detalles sobre la conciencia de ego-sistemas frente al de eco-sistemas, ver mi libro, en coautoría con Katrin Kaufer, Liderar desde el futuro emergente: de los egosistemas a los ecosistemas económicos.
[2] http://neweconomicsinstitute.org/
[3] http://www.livingeconomies.org/
[4] http://www.happyplanetindex.org/