Gastón Barrientos
Pronto se elegirá un nuevo Presidente en Chile y en el ambiente político se observan una serie de temas en particular que son importantes para muchas personas, temas que han dado que hablar y pensar y que necesariamente incorporan la espiritualidad y la ética. Frente a estos temas, todos los candidatos se han manifestado de manera más o menos clara dando a conocer sus respectivas posturas.
Sin embargo, existe una fuerte tendencia a identificarse firmemente con algún candidato sólo por estar en comunión con una y sólo una condición que estos presentan, sin estar al tanto de todo el proyecto de gobierno que cada uno de ellos promueve. Al ser una necesidad quizás tan personal la de que se dicte o no una ley en particular, nos quita la atención en hacer el estudio y el análisis profundo del plan completo de quien lo propone, votando sin pensar en el bien común y poniendo en primer lugar mi necesidad por sobre la necesidad común, sin importar qué consecuencias traiga.
Votar por alguien sólo porque un punto de los que se propone me acomoda y me identifica es votar sin informarse, tomando una decisión egoísta que no ve ni le interesa saber qué sería lo mejor para el país. Un buen estratega sabe cuándo sacrificar una ficha por un bien mayor.
La política perfecta es la política de la compasión, cuando se piensa en todos antes que uno mismo, y todos pensando así.
Sea quien fuere el próximo presidente, será el representante de la compasión o el representante del egoísmo.
Está bien el pensar en quién es el mejor candidato y podría ser el mejor presidente, pero también sería bueno asumir la responsabilidad de ser buenos electores, informados y conscientes.
Gastón Barrientos Técnico en Terapias Naturales, músico y sonidista.