Cada día grupos de tres personas se unen en pensamiento durante unos pocos minutos de meditación creativa y forman un triángulo. Ellos invocan las energías de luz y buena voluntad que circulan a través de los puntos focales de la red planetaria de triángulos. Luego, con concentración e intención enfocada, se pronuncia la Gran Invocación.
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La Invocación es una petición, una llamada, y la evocación es su inevitable respuesta; es una petición silenciosa, un impulso inherente hacia la luz. La Ciencia de la Invocación y Evocación implica la organización inteligente de la energía espiritual y de las fuerzas del amor que evocan una respuesta de esas Vidas espirituales que se hallan por encima del reino humano.
La Gran Invocación y el OM son palabras mántricas de gran poder que salen del alma para manifestarse externamente como una forma mental integrada a una corriente de sustancia mental viviente e iluminada. El colaborador de Triángulos se’ enfrenta con el reto de mantener la intensidad espiritual del trabajo, día tras día, empleando la Gran Invocación como una plegaria mundial que sintetiza el más elevado deseo, aspiración y demanda espiritual de la misma alma de la humanidad.
Para mantener esta intensidad, es de gran valor tener comprensión del ritual, del ritmo y de la potencia del sonido. La pronunciación de la Gran Invocación se puede imaginar como un ritual sagrado donde el foco del pensamiento se eleva hacia el alma a través del servicio que es esencialmente la sintonización con `»…el ritmo de la vida, el corazón y la mente de Dios…». Sin ritmo y ritual la vida diaria no funcionaría de un modo ordenado. Esto es cierto respecto a la meditación y a las rutinas de la vida diaria. Triángulos es un sagrado ritual diario, un sacrificial servicio que evoca la voluntad espiritual.
Las Palabras de Poder, tales como la Gran Invocación, se vuelven dinámicamente efectivas cuando se dicen con el poder del alma y con la atención dirigida de la mente. Cuando cada estrofa de la Gran Invocación se dice, en silencio o en voz alta, se puede visualizar la red planetaria como un canal a través del cual la luz, el amor y el propósito divino fluyen hacia la humanidad.
Cuando muchas personas en el planeta la emplean, el trabajo de Triángulos crea una red radiante y viviente de luz que transforma y reorienta la consciencia humana, irrumpiendo a través de las formas mentales cristalizadas. A través de este servicio compartido cada miembro de Triángulos puede ayudar a abrir la puerta a la «oleada de la nueva vida» que ayudará a transformar la consciencia humana.
LA GRAN INVOCACIÓN
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya Amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
OM OM OM
La Gran Invocación es una plegaria mundial, no es propiedad de ningún individuo o grupo especial, pertenece a toda la humanidad. Empleándola, o sugiriendo a otros que la reciten, no se favorece a ningún grupo ni organización determinada.
Para mayor información visite la página www.lucistrust.org