La clave de la permanencia de nuestra revista han sido los contenidos, que número a número aportan una perspectiva y profundidad diferente a la de los medios tradicionales, y eso los lectores lo valoran.
Iván Andrés Santandreu, 08/30/2018.
Revista Mundo Nuevo cumple este mes de septiembre 20 años de circulación ininterrumpida. La primera edición de la revista apareció en septiembre de 1998 y fue un éxito inmediato. Claramente, llenó un vacío mediático en el área de las medicinas complementarias, la vida sustentable y el crecimiento personal, lo que rápidamente tuvo eco en lectores y avisadores y nos permitió superar los 10.000 ejemplares de circulación iniciales, hasta llegar gradualmente a los 24.000 de hoy en día.
La revista, inspirada en el modelo de distribución gratuita de revistas similares del Hemisferio Norte, particularmente Canadá y Estados Unidos, se distribuye en más de 220 puntos afines a la temática en 10 comunas de Santiago.
En estos 20 años, he visto pasar muchas revistas, algunas que han intentado copiar lo que hacemos y otras destinadas a la venta en quioscos. Creo que la clave de la permanencia de nuestra revista han sido los contenidos, que número a número aportan una perspectiva y profundidad diferente a la de los medios tradicionales, y eso los lectores lo valoran. Y los avisadores, por su parte, siguen a los lectores de este nicho de mercado.
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Me queda claro que nuestra revista es subvalorada por el mundo tradicional y totalmente invisible para las agencias de publicidad. Desde el principio, se apostó al margen, a un mundo fuera de lo convencional, a un mundo emergente e invisible para las instituciones tradicionales; por lo tanto, no hay de qué quejarse. Lo increíble es que haya resultado por tanto tiempo y con esos niveles de circulación. Incluso hemos llegado a tener 30.000 ejemplares por edición en momentos puntuales y, por un buen tiempo, 28.000 ejemplares.
¿Esperamos ver a Revista Mundo Nuevo por 20 años más? De verdad, no lo sé. En un mundo tan cambiante, creo que no se puede asegurar nada. Lo que no va a cambiar es la necesidad de las personas por contenidos de la calidad y con la profundidad necesaria como para valorar suficientemente un medio de comunicación y permitir su continuidad en el tiempo. Las plataformas pueden variar y evolucionar, pues tal como lo indica la palabra, son un medio, un instrumento.
El futuro está abierto y lleno de posibilidades; solo esperamos seguir leyéndolo correctamente para beneficio de nuestros lectores.