A pesar de que muchos médicos –sobre todo en Estados Unidos- utilizan ya la vitamina C intravenosa como parte del tratamiento de los enfermos de cáncer, la comunidad oncológica sigue mostrándose reacia a incluirla en los protocolos diciendo que se desconoce su mecanismo de acción.
Un nuevo trabajo publicado en Seminars in Cancer Biology revisa las investigaciones realizadas hasta el momento sobre la eficacia de la vitamina C en los tumores malignos en los que se ha constatado que hay mutación del gen KRAS: los de colon, recto, pulmón, páncreas y tiroides, casos que representan el 30% de los tumores sólidos. Uno de los autores de la investigación, Oscar Aguilera, señaló a modo de resumen de trabajo publicado: “Nuestro trabajo apoya la tesis […] de que la causa principal del cáncer es la privación de oxígeno a nivel celular y la fermentación anaeróbica de glucosa como principal fuente de energía por las células que se malignizan; y sugiere que la vitamina C mejora la supervivencia de los enfermos de cáncer y evita o alarga en el tiempo su posible recidiva cuando se logra eliminar el tumor”.