Al momento de su arresto, Assange salió con un libro entre las manos, un título elocuente que se trataría de un mensaje silencioso.
2019-04-13
El jueves 11 de abril Julian Assange fue finalmente arrestado en la residencia de la embajada de Ecuador en Londres, luego de casi 7 años de haber llegado ahí en busca de asilo y protección.
Como es sabido, Assange comenzó a ser solicitado por las autoridades federales de Estados Unidos a raíz de la filtración de documentos clasificados en relación con las ofensivas militares de dicho país en Afganistán e Irak, ambas iniciadas en los primeros años del siglo XXI. Con ayuda del soldado Bradley Manning (que cambió su sexo y su nombre a Chelsea Manning), Assange publicó dicha información en el portal WikiLeaks, a partir de lo cual fue imputado por el cargo de conspiración por parte de la justicia estadounidense.
El arresto se realizó luego de que el gobierno de Ecuador revocó su derecho al asilo político, bajo el pretexto de que Assange violó en repetidas ocasiones los acuerdos que hasta entonces le permitían vivir en la embajada. Tan pronto como se tomó esta decisión, la policía londinense se aprestó a sacar al periodista del lugar, en respuesta, a su vez, a una orden de extradición emitida por el gobierno de Estados Unidos.
Durante su arresto, Assange salió de la embajada con un libro entre las manos, aunque se encontraba esposado. Más tarde, en la Corte de Magistrados de Westminster, donde el periodista fue conducido para su primer audiencia, pasó el tiempo de espera leyendo el mismo ejemplar.
El libro fue identificado rápidamente como History of The National Security State (Historia del estado de seguridad nacional), del escritor Gore Vidal, especialmente apreciado en la historia literaria de su país y quien durante buena parte de su trayectoria destacó por ejercer una crítica aguda contra las costumbres de la sociedad estadounidense así como contra la política militarista del gobierno de Estados Unidos, que a su juicio había conducido a la decadencia de la cultura estadounidense.
El libro fue publicado originalmente en 2014, un par de años después de la muerte del autor. Se trata de una compilación póstuma del intercambio entre Vidal y el editor y ensayista Paul Jay a propósito de la instauración de una «presidencia imperial», término que Vidal dio al gobierno contemporáneo de su país, en donde una combinación de intereses militares e industriales culminaron en una forma muy sutil de autoritarismo.
«El pueblo no tiene voz porque no tiene información», dijo Vidal en algún momento de esa conversación, lo cual hace ver por qué Assange tenía ese libro entre manos.
Como en «El jardín de los senderos que se bifurcan», el cuento de Borges, a veces para hacer pasar un mensaje también es necesario recurrir a las formas menos previsibles de comunicación.