- Hasta ahora no hay ningún estudio comparativo en relación a la efectividad y a la tolerancia de distintos tipos de vacunas contra la influenza.
- Los estudios científicos, con los cuales es cimentada la recomendación para la vacunación, no distinguen claramente entre la verdadera gripe y las enfermedades tipo gripales. La seguridad y los efectos colaterales de la vacuna de la Influenza están escandalosamente mal investigados y hasta ahora no ha habido estudios independientemente financiados, que comparen un grupo grande de vacunados versus no vacunados contra la influenza.
- La vacuna contra la gripe presenta una multiplicidad de efectos colaterales, que varían según la edad del vacunado. Se presenta en el 14% de las personas de 65 años y el 30% de las personas mayores a 75 años.
Dra. Carina Vaca Zeller, 2019-06-11.
Lo primero que quiero decirles es que no voy a responder aquí a la pregunta “¿hay que vacunar a los niños o no hay que vacunarlos?”. No hay una respuesta universal. Yo sólo voy a hablar de los pros y los contras de la vacuna de la Influenza y de la enfermedad de la Influenza y cada uno tiene que sopesar estos hechos, evaluarlos en su situación particular y en conversación con su médico, para tomar una decisión responsable. Es un hecho que cada año hay campañas que llenan de terror a la gente. Recuerden otros años, ¿no ha sido así cada año? ¿Y qué ha pasado después? Lo que puedo decirles con total seguridad, es que no es bueno tomar una decisión motivado por el miedo. Esta es una forma de manipulación que no nos deja libres. Lo único que nos ayuda como seres humanos, es conocer lo mejor que se pueda y tomar conciencia. Por eso este artículo es largo. Traté de poner información objetiva para que ustedes concienzudamente la sopesen.
Estuve buscando información detallada sobre los antecedentes clínicos de los 19 casos de muerte que hay por influenza en Chile en 2019 y no la encontré. Los casos de muerte suelen ocurrir en personas muy mayores o por la presencia de enfermedades preexistentes. Existe una forma rarísimade reacción individual, en que el sistema inmune sobrereacciona explosivamente frente a la Influenza.
Los niños sanos no mueren por una influenza, tampoco tienen complicaciones graves por ella. La influenza es una enfermedad que da entre 2 y 5 días de fiebre alta, uno se siente pésimo, y después “revive”. Es gripe. Es excelente para las defensas tener fiebre alta por varios días (siempre y cuando no se haya usado antipiréticos para bajarla). Incluso disminuye la incidencia de ciertos tumores (por ej. cáncer de colon) cuando se ha tenido al menos tres días de fiebre hasta 40°C. Las enfermedades febriles son enfermedades agudas, que ejercen en el organismo la tendencia contraria a las enfermedades crónicas y frías como pueden ser las alergias por ejemplo.
La influenza
La mayor parte de las personas hacen anualmente hasta unas seis infecciones respiratorias banales debido a distintos virus . Uno de estos virus, al que se lo tilda como peligroso es la Influenza, que produce la verdadera gripe. Igual que otros virus respiratorios se transmite a través de gotitas del aire respirado, de la tos, del estornudo y del contacto con la saliva.
Existen tres tipos de influenza: A, B y C. El tipo A es el causante más frecuente de las así llamadas olas de gripe.
La probabilidad de contagio varía con cada tipo de virus de influenza. Hay algunos muy contagiosos y otros menos. Aparte la probabilidad de contagio varía con cada tipo de virus de Influenza. Hay algunos muy contagiosos y otros menos.
Las transformaciones -mutaciones- del virus son enormes: la estructura de su cápsula es muy labil y por eso se generan permanentemente mutaciones con nuevas características en sus antígenos.
El sistema inmune humano no reconoce a las nuevas mutaciones del virus de la Influenza. Por ello después de una enfermedad gripal, no se tiene una protección confiable frente a un nuevo contagio en el año siguiente. Pero con el número de gripes cursadas, la evolución de la enfermedad se hace cada vez más suave.
En relación a la enfermedad
Según la actividad del virus causante, se enferma entre el 0 y el 46% de todos los niños y jóvenes (Biegung 2005).
En general se recomienda dar antipiréticos o antiinflamatorios. Pero esto favorece el desarrollo de complicaciones, ya que la fiebre inhibe la replicación viral y favorece los procesos de defensas naturales (Eyers 2010). En niños es especialmente peligrosa la administración de ácido acetilsalicílico (aspirina), ya que esto puede conducir al síndrome de Reye, una complicación mortal del hígado y del cerebro.
Los medicamentos inhibidores virales como Relenza y Tamiflu (Oseltamivir) suavizarían la evolución de la enfermedad, solamente si se administran en las primeras 48 horas de enfermedad de influenza.
Según la FDA el Oseltamivir puede producir reacciones de hipersensibilidad graves como el sindrome de Stevens-Johnson, la necrolisis tóxica epidérmica y el eritema multiforme. También podrá generar eventos neuropsiquiátricos. Especialmente pacientes pediátricos. pueden estar en riesgo de presentar estados confusionales o comportamientos anormales tempranamente en su enfermedad. Se recomienda monitorear la presencia de signos de comportamiento anormal.
El Relenza se administra por vía inhalatoria a partir de los 13 años está permitido. En personas sensibles puede desencadenar dificultad respiratoria (AT 1999).
El Tamiflu está fuertemente difundido, ya que se encuentra en el comercio en forma de tabletas. Está permitido a partir del segundo año de vida. Se administra tanto como profilaxis después del contacto con enfermos de gripe, como también como tratamiento.
El Instituto Cochrane estima el acortamiento del tiempo de síntomas como mucho en 21 horas y no se ha podido comprobar una disminución de complicaciones o de hospitalizaciones por su uso. Especialmente cuando se utiliza en forma masiva en personas que aún están sanas, los posibles efectos colaterales graves ganan en importancia, estos son daños hepáticos y daños renales o pueden ser desencadenantes potenciales de tumores y malformaciones embrionarias (AT 2002) El organismo de autoridades europeas en relación a los medicamentos EMEA advirtió en 2007 sobre los riesgos con el Tamiflu. Especialmente en niños y jóvenes pueden aparecer confusión, alucinaciones y delirios. En Japón varios niños se tiraron desde la ventana después de que tomaron Tamiflu y se registraron más de 30 casos de muerte debido a parálisis respiratorias (ISDB 2007).
El disminuir la fiebre aumenta el riesgo de transmitir los virus influenza a las personas de contacto y también aumenta el riesgo de tener complicaciones con la enfermedad (Euers 2010, Earn 2014).
Complicaciones de la Influenza
Las típicas complicaciones de la gripe son otitis, sinusitis, neumonía, especialmente existe la tendencia a colapso del sistema circulatorio en personas mayores. Es muy raro que haya encefalitis o miocarditis. Hay un riesgo aumentado de evoluciones graves en personas mayores, especialmente en comunidades cerradas como los hogares de ancianos. Además están en riesgo pacientes con enfermedades crónicas como la mucopolisacaridosis, diabetes, cardiopatías, enfermedades neurológicas y enfermedades del sistema inmune.
Más del 90% de los casos mortales con influenza se generan en mayores de 65 años (CDC). La administración habitual de medicamentos antipiréticos favorecen evoluciones fatales (Euers 2010). Según el Instituto Robert Koch en el año 2009 fallecieron 169 pacientes durante la epidemia de gripe porcina y en el año 2010 72 pacientes con una enfermedad por influenza, lo que no era claro era una relación causal entre la infección y la muerte (RKI 2010).
En la niñez las complicaciones graves son una rareza. En Estados Unidos la influenza genera El 8% de las admisiones hospitalarias debidas a bronquitis o neumonía. El 40% está dado por el virus respiratorio sincicial (Moore 2011). Existen por lo menos 200 virus más que pueden generar infecciones tipo gripales.
Casos mortales por Influenza son extremadamente poco frecuentes en niños. Entre 2005 y 2008 en Alemania se registraron sólo dos casos: un niño que se complicó con una sepsis por neumococo y otro niño de 14 años con una enfermedad previa hormonal, asma bronquial y una cardiopatía (ESPED). Durante 2009 y 2010, con la epidemia de gripe porcina, murieron 22 niños infectados por Influenza en una estación de terapia intensiva. La mayor parte tenían una enfermedad neurológica de base severa (ESPED).
La gran mortalidad de la gripe española en 1918 a 1920 fue determinada por sobreinfecciones bacterianas, que hoy se pueden tratar con antibióticos (Brundage 2008).
En los últimos 100 años la mortalidad debido a la gripe ha disminuido, pero no debido a las vacunas, sino debido a los adelantos en la higiene, en la terapia aguda de las complicaciones y en el aumento del estándar de vida general.
El investigador experto en gripe del Instituto Independiente Cochrane, Tom Jefferson, ha dicho en relación a la gripe porcina: “Yo encuentro una locura, qué catástrofes se pronostican año a año por los expertos de la gripe. Hasta ahora ningún pronóstico jamás se ha cumplido…. pero con los otros causantes no se puede ganar mucho dinero.” (Spiegel online, 2009).
Vacuna para la influenza
No está demás decir que la vacuna para la Influenza es un negocio muy lucrativo para ciertos laboratorios.
La sustancias de la vacuna convencional de la gripe contienen virus muertos de la Influenza y año a año son compuestas de nuevo, para poder seguir la variabilidad de los virus y para poder regirse por el antígeno específico lo más exactamente posible. Para la industria farmacéutica la confiabilidad del pronóstico de cómo será el virus al siguiente año, dado por la Organización Mundial de la Salud tempranamente en el año, es un problema grande, como lo es también el corto rango de tiempo, para la preparación de la cantidad necesaria de vacunas.
Cuando hay alergia al huevo, la vacuna no es poco peligrosa: en todas las vacunas de gripe existen trazas de proteína de pollo. Además la mayor parte de los productos contienen formaldehído.
Hasta ahora no hay ningún estudio comparativo en relación a la efectividad y a la tolerancia de distintos tipos de vacunas.
La vacuna Optaflu (Novartis) no tiene formaldehído y no tiene factores adyuvantes (pero su uso sólo está autorizado en mayores de 18 años). Las vacunas intramusculares se pueden colocar en lactantes a partir de los seis meses de vida, solamente la vacuna a Afluria se puede poner a partir de los cinco años, ya que en niños pequeños frecuentemente desencadena convulsiones.
Algunos ejemplos preocupantes: en otoño 2009, frente a la urgencia de generar vacunas, se usaron formas de producción riesgosas y se permitieron vacunas con sustancias adyuvantes contra la gripe porcina. Se formó una coalision de farmalobistas ávidos, expertos de vacunas corruptos y políticos sobrepasados, con lo que se generó la campaña de vacunación más cara de todos los tiempos, si bien después de la epidemia de gripe en el hemisferio sur de la Tierra, ya era claro que la gripe porcina era una variante especialmente inofensiva de la influenza. La seguridad y efectividad de las nuevas vacunas solamente estaban en parte investigadas. La campaña de vacunación generó una ola de reportes de severos efectos colaterales (Bardage2011). Las enfermedades gripales sin embargo fueron más inofensivas que todos los años anteriores.
Recomendaciones de vacunación contra la influenza
La mayor parte de las vacunas contra la gripe están permitidas a partir de los seis meses de edad. Los niños en los dos primeros años de vida sólo deben recibir la mitad de la dosis. Los niños que nunca han recibido una vacuna para la Influenza antes, deben ser vacunados dos veces con una separación de por lo menos 4 semanas.
En Centroeuropa (Alemania, Austria y Suiza) las recomendaciones son las siguientes:
– Personas mayores a partir de los 50, 60 y 65 años, según el país.
– Para embarazadas desde el segundo trimestre de embarazo y para las embarazadas que ya han tenido gripe, puede ser antes.
– Para pacientes, también niños, con riesgo aumentado de complicaciones debido a un estado crónico de enfermedad de base. En Suiza también es recomendada para prematuros en los dos primeros años de vida.
– En personas con riesgo aumentado de enfermarse, comoel personal médico, personal en instituciones de tránsito público, como también personas que pueden significar una posible fuente de infección: cuidadores de niños, cuidadores de ancianos, etc. Las vacunas de estos multiplicadores no están pensada para la protección individual, sino que para proteger frente a la diseminación del virus.
Cabe mencionar que hay poca transparencia Y gran peligro en los experimentos de laboratorio con virus de la Influenza. El virus porcino te la gripe H1N1 al parecer proviene de un laboratorio ruso, de donde habría provenido en el año 1977. Investigadores norteamericanos experimentaron desde 1996 con el causante de la gripe española, que ellos reconstruyeron a partir de muestras de tejidos de víctimas de gripe de aquella epidemia. En enero de 2012 se hizo conocido que investigadores holandeses criaban una variante altamente peligrosa de la gripe aviar: virus H5N1 en el laboratorio. Era peligrosa como la gripe aviar y contagiosa como la gripe porcina. Se desarrolló un intenso debate público sobre el hecho, si la investigación de este tipo era plausible y si los resultados debían ser publicados en un contexto amplio.
Duración del efecto y efectividad
No existe un sistema de registro que esté funcionando con el cual la influenza pueda ser vigilada. Sin un sistema así, es imposible el poder evaluar la incidencia de la enfermedad y sus complicaciones y con ello también poder evaluar la efectividad de la vacuna. Los estudios científicos, con los cuales es cimentada la recomendación para la vacunación, no distinguen claramente entre la verdadera gripe y las enfermedades tipo gripales. Por ello Los efectos y las complicaciones de la influenza y el uso de la vacuna son ampliamente sobreestimados. Hasta ahora no han habido estudios independientemente financiados, que comparen un grupo grande de vacunados versus no vacunados contra la influenza.
En la vacuna de la gripe, la presión de la industria sobre las recomendaciones públicas es especialmente alta, ya que la vacuna debe ser repetida cada año y por lo tanto significa altas ganancias.
Existe una política de salud que se rige por la idea fundamental: se deben tomar decisiones y no se puede esperar hasta que tengamos datos perfectos.
La mayor parte de los estudios en relación a la vacuna de la Influenza tienen una mala cualidad metodológica, un número de participantes demasiado pequeño o una alteración en la selección debido a una selección poco transparente de los participantes (selections-Bias).
Los asmáticos tampoco se benefician con una vacuna para la gripe. Su función pulmonar incluso puede empeorar por la vacunación (Cates 2003). La recomendación de la vacunación para las embarazadas también se encuentra sobre una base insegura.
En niños menores de dos años la efectividad de la vacuna se encuentra en el ámbito del placebo (Luce 2001, Hoberman 2003, Jefferson 2005, Smith 2006). En mayores de dos años el efecto sobre la frecuencia de la enfermedad es limitado y no está orientada a evoluciones complicadas o graves de la enfermedad (Jefferson 2005). Las complicaciones como la otitis media aguda pueden ser incluso más frecuentes en los niños vacunados que en los no vacunados (Hoberman 2003). Todos los estudios con los potenciadores defectos en las vacunas, hechos en niños son financiados por los productores de vacunas y contienen apenas información en relación a los efectos colaterales (Vesikari 2011).
Según el Instituto independiente Cochrane la vacuna con virus inactivada reduce el riesgo de presentar Influenza de 30 a 11%, no disminuiría el riesgo de presentar otitis media aguda y habría que vacunar a 5 niños para evitar un caso de Influenza.
La vacunación de frecuente contra la influenza puede bloquear la construcción de una inmunidad amplia y a largo plazo contra la influenza. Y además se puede aumentar la probabilidad de enfermedades complicadas a través de nuevos tipos de virus, especialmente en el marco de una pandemia (Carratalá 2006,Bodewes2009, 2011, Mc Lean 2014).
Efectos colaterales de la vacuna de la Influenza
La seguridad y los efectos colaterales de la vacuna de la Influenza están escandalosamente mal investigados. Para la edad de la niñez existe sólo un estudio antiguo con 35 participantes. En relación a los efectos colaterales en personas mayores existe un par de estudios pequeños con una duración de máximo siete días después de la vacuna. En relación a los millones de vacunas que se repiten año año acá, existe una gran falencia. El British Medical Journal dice al respecto: “El exponer a personas a riesgos de efectos colaterales no claros es un negocio peligroso”.
La vacuna contra la gripe presenta una multiplicidad de efectos colaterales, que varían según la edad del vacunado. Se presenta en el 14% de las personas de 65 años y el 30% de las personas mayores a 75 años (Bernard Valles 1996, Donalisio 2003). Los efectos colaterales indeseables se muestran más frecuentemente después de aplicaciones intramusculares, por ello se recomienda vacunar en forma subcutánea (Francioni 1996).
Las complicaciones severas o secuelas por vacuna de Influenza son raras, pero la incidencia aumenta cuando la vacuna se coloca de manera regular cada año. Debido a la necesidad de cambiar constantemente la cepa de las vacunas bajo determinadas circunstancias también ocurren efectos colaterales, que antes ocurrían muy poco o casi no se observaban. En 1976, debido a la temida epidemia de gripe, en Estados Unidos se vacunaron 50 millones de personas. Debido a ello en varios miles de personas se presentó una parálisis nerviosa severa: el síndrome de Guillain- Barre. Después de eso se interrumpió el programa de vacunación, además no hubo epidemia de gripe.
Síntomas locales y generales
Frecuentemente aparecen en los días de vacunación, dolores en el lugar de vacunación y/o una reacción general como estar abatido, dolores musculares o de cabeza y fiebre. En forma poco frecuente se producen molestias articulares o inflamaciones de los músculos (Thurairajan 1997). La probabilidad de estas reacciones generales, en los niños es del 14% y va aumentando con la edad (Neuzil 2002). En los niños se observa frecuentemente la aparición de fiebre alta. El riesgo de convulsiones febriles es de 1:500 (BMJ).
Después de la vacuna de la influenza los niños se vuelven susceptibles a infecciones: el número de hospitalizaciones aumenta en relación a los niños que han sido vacunados con sustancias placebo en forma muy evidente (Hoberman 2003).
Reacciones alérgicas y trastornos de la circulación
Las vacunas contra la gripe pueden generar reacciones alérgicas desde una leve urticaria hasta un Shok anafiláctico. Los causales son los restos de proteína de pollo de los cultivos virales. Por ello en los pacientes alérgicos al huevo hay que tener mucho cuidado. La vacuna de la gripe incluso puede desencadenar una alergia al huevo (Yamane1988).
En octubre de 2011 se puso en el mercado la única vacuna libre de proteína de pollo, de laboratorio Baxter. Poco tiempo después de lanzamiento al mercado, tuvo que retirarse, debido a que se presentaron efectos colaterales muy graves, entre ellos shok anafiláctico, asma bronquial y colapso circulatorio.
Aparentemente debido a una reacción alérgica retardada, después de la vacuna de la gripe podria generarse el así llamado síndrome oculorespiratorio, que consiste en enrojecimiento de ojos, dificultad respiratoria e inflamación del rostro (Skowronski 2006).
Asma bronquial
Las personas que tienen asma están dentro del grupo para los cuales se recomienda especialmente la vacuna de la Influenza. La utilidad sin embargo es cuestionable. Un artículo de revisión llegó a la conclusión, de que no existen suficientes datos, para evaluar los beneficios y los riesgos de la vacuna de la Influenza en los niños asmáticos (Cates 1999).
En uno de los estudios publicados hay 18 asmáticos de 255 adultos, que empeoran notablemente su función pulmonar cuando fueron vacunados por Influenza (Nguyen-Van-Tham 1998).
En los niños con asma predominan los perjuicios de la vacuna claramente: en dos estudios con más de 1300 niños, las crisis de asma después de la vacuna aumentaron en comparación con los niños que recibieron placebo, Incluso al doble (Bueving 2004, Christy 2004). Las crisis asmáticas aparecen incluso largo tiempo después de la vacuna en forma aumentada (Takashi).
Reacciones autoinmunes
Las vacunas pueden favorecer la producción de anticuerpos contra tejidos propios y con ello la aparición de enfermedades autoinmunes (Stepanova 2000, Nachamkin 2008, Perdan-Pirkmajer). En la literatura médica se han publicado en relación a la vacuna de la gripe una multiplicidad de casos de enfermedades autoinmunes de los vasos sanguineos e inflamaciones renales, anemia autoinmune y enfermedades reumáticas (Yanai-Berar 2002, Tavadia2003, Montagnami 2011, Watanabe 2011, Soriano 2012).
Las inflamaciones crónicas intestinales fueron una aparición acompañante de la vacuna contra la gripe porcina en el invierno de 2009 2010 (Bardage 2011). La sustancia adyuvante MF59 contenida en la vacuna Fluad se relaciona con la enfermedad autoinmune lupus eritematoso sistémico (Satoh 203).
Complicaciones neurológicas
La vacuna de la gripe también se encuentra en condiciones de desencadenar también reacciones autoinmunes contra el tejido nervioso en personas predispuestas genéticamente en forma previa. Esto puede ser con alteraciones funcionales de nervios aislados o grupos nerviosos, pero también pueden ser enfermedades neurológicas graves hasta llegar a la encefalitis y sus consecuencias (Nakamura 2003). E. Ehrengut (1977) calculaba un caso de daño neurológico cada 700,000 a 1,3 millones de vacunados. En la literatura médica se encuentran numerosos relatos de complicaciones neurológicas por vacunas.
Es clara la relación entre la vacuna de la gripe y el síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad paralizante ascendente grave (Bryan 1977, Juurlink 2006, Souayah 2007). En experimentación con animales se pudo comprobar la producción de los correspondientes anticuerpos (Nacamkin 2008). En el sistema de reporte Norteamericano después de la vacunación de la gripe, el riesgo de enfermar de un síndrome de Guillain-Barre es cuatro veces mayor que después de una vacunación para tétanos-difteria (Geier 2003). Cada año se reportan en Estados Unidos 30 a 40 casos, que suelen ocurrir dentro de las seis semanas después de que se ha hecho la vacunación (Geier 2003). Investigadores canadienses observan un acúmulo entre la cuarta hasta la octava semana después de la vacunación (Juurlink 2006).
La campaña de vacunación masiva con la nueva vacuna Pandemrix contra la gripe porcina en invierno de 2009 2010 en Europa, condujo a un aumentado reporte de efectos colaterales neurológicos, como parálisis facial y la incurable enfermedad del sueño: narcolepsia (Bardage 2011). En Suecia y en Finlandia, donde la cifra de vacunación era más del 50% de la población, en los meses después de la campaña de vacunación se diagnosticó al menos en 290 niños narcolepsia. La mortalidad por la gripe porcina en la población sueca y finlandesa que había sido vacunada en un alto porcentaje, fue de todas maneras el doble que en Polonia donde no se vacunó para nada (8,1 versus 4,7:1 millones de habitantes; Die Presse 2012).
En Australia, la campaña de vacunación contra la gripe porcina se suspendió debido a reacciones febriles en masa y la muerte de una niña de dos años.
Al Instituto alemán Paul Ehrlich institut se reportaron entre 2001 y 2014 más de 80 casos de muerte después de la vacuna para la Influenza. La relación entre la vacunación y los casos de muerte fueron considerados como probables, pero no se puede confirmar por ulteriores exámenes.
En resumen
- La influenza es una enfermedad desagradable, en personas corporalmente sanas casi siempre es inofensiva.
- Las complicaciones amenazantes ocurren más que nada en personas sobre 65 años y en enfermos crónicos.
- Un efecto de la vacuna de la gripe en relación a frecuencia de la enfermedad, complicaciones y mortalidad no se ha demostrado, tampoco en personas mayores.
- La situación especialmente inconsolable de la investigación de la vacuna de la gripe podría tener que ver con las altas ganancias en este ámbito. Las autoridades nacionales e internacionales se encuentran bajo una fuerte influencia de los laboratorios productores de vacuna.
- Los niños y los asmáticos padecen por la vacuna más bien perjuicios. También los alérgicos al huevo debieran alejarse de la vacuna.
- Si bien las complicaciones por la vacuna son poco frecuentes, en determinadas circunstancias son graves.
- La vacuna contra la Influenza puede bloquear una inmunidad contra la Influenza a largo plazo y con ello aumentar la posibilidad de enfermarse justamente con la edad avanzada.
- Si se desea vacunar hay que favorecer vacunas que no tengan ni formaldehído ni adyuvantes del efecto.
- La mejor protección contra la Influenza la ofrece el lavado frecuente de manos.
Siglas
AT (Ärztetelegramm) Alemania
Bibliografía
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Campins Martí M, Moraga Llop FA, editores. Vacunas 2015. Madrid: Undergraf; 2015.
Jefferson T, Rivetti A, Di Pietrantonj C, Demicheli V.: Vaccines for preventing influenza in healthy children. Cochrane Database Syst Rev 2018.
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Carina Vaca Zeller es médico pediatra de la Pontificia Universidad Católica, formada en medicina antroposófica. https://carinavacazeller.wixsite.com |